Se considera que un país entra en default cuando ya no honra sus compromisos financieros ante sus acreedores.
Se considera que un país entra en default cuando ya no honra sus compromisos financieros ante sus acreedores.

Varios países entraron en de su deuda externa en los últimos 40 años, provocando a menudo importantes crisis económicas y sociales.

Se considera que un país entra en default cuando ya no honra sus compromisos financieros ante sus acreedores, ya sean otros Estados, instituciones financieras como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o inversores privados en los mercados de bonos.

Los pagos de intereses de la deuda rusa bloqueados constituyen un default, estimó la agencia de calificación Moody’s en un comunicado publicado en su portal en la víspera (martes).

Los casos más emblemáticos de los últimos 40 años son los siguientes:

1982: México

En agosto de 1982, los mercados financieros del mundo y cerca de 1,000 acreedores recibieron un télex que les anunciaba que México estaba en cesación de pago. La deuda ascendía a US$ 86,000 millones, y los intereses, a US$ 21,000 millones.

Elegido en 1976, el presidente José López Portillo había acumulado deudas y gastado sin tener en cuenta los ingresos del petróleo. El desequilibrio se agravó en 1981 con la caída del precio del oro negro.

Después del anuncio del default, Estados Unidos aportó a México un préstamo de emergencia por miles de millones de dólares y el FMI le ofreció ayuda a cambio de drásticas reformas.

En 1995, el FMI volvió a rescatar a México con una ayuda de casi US$ 18,000 millones, como parte de un plan internacional de US$ 50,000 millones.

1998: Rusia

El país había sido afectado por la crisis asiática, el rublo cayó por las presiones de los especuladores y se hunden los precios de las materias primas, principales recursos de Rusia.

El 17 de agosto, el gobierno devaluó la moneda, declaró una moratoria unilateral sobre la deuda externa y renunció a honrar sus pagos frente a los acreedores nacionales.

Rusia, cuya deuda pública alcanzaba los US$ 141,000 millones y la deuda interna US$ 50,600 millones, debió esperar 12 años para poder volver a los mercados internacionales.

2001: Argentina

En recesión económica desde hacía tres años, Argentina estaba sometido a un estricto plan de austeridad y había perdido el control de su deuda externa.

A principios de diciembre, temiendo el colapso de su economía, el gobierno limitó el monto de los retiros de los bancos. La represión de las revueltas dejó 33 muertos y obligó a renunciar al presidente Fernando de la Rúa.

El 23 de diciembre, el presidente interino Adolfo Rodríguez Saá declara la mayor moratoria de la deuda de la historia: US$ 100,000 millones. Algunos acreedores aceptaron una reestructuración de la deuda en el 2005 y en el 2010, otros la rechazaron.

A principios del 2016, Argentina pudo volver a los mercados internacionales después de 15 años de ausencia.

2008: Ecuador

El 12 de diciembre del 2008, Ecuador suspendió el pago de casi el 40% de su deuda internacional, que entonces sumaba US$ 9,900 millones, equivalentes a un 19% del Producto Bruto Interno (PBI) del país.

El entonces presidente, Rafael Correa, un economista elegido en el 2006, declaró una moratoria selectiva ya que consideraba que una parte de la deuda era “ilegítima” debido a las irregularidades durante la negociación a comienzos de los años 2000. Era la tercera vez que Ecuador entraba en moratoria de pagos en 14 años.

2015: Grecia

A finales de junio y mediados de julio, Grecia, sumida en la recesión y sometida a una austeridad estricta desde el inicio de la crisis de la deuda en el 2010, incumple el pago de dos reembolsos al FMI por un monto total de 2,000 millones de euros.

Un préstamo de urgencia de la Unión Europea (UE) permitió a Atenas pagar rápidamente estos plazos para poder seguir recibiendo ayuda financiera del FMI.

En agosto del 2015, un acuerdo entre Grecia -cuya deuda rondaba el 180% de su PBI- y sus acreedores sobre un tercer rescate de 86,000 millones de euros en tres años, alejaba el riesgo de una cesación de pagos que habría amenazado la cohesión de la zona euro.

2017 y 2018: Venezuela

El 14 y 15 de noviembre del 2017, Venezuela fue declarada en default parcial sobre los pagos de su deuda por las agencias calificadoras SP Global Ratings y Fitch.

Este anuncio reavivó la inquietud por la capacidad de Caracas de seguir pagando su deuda externa de alrededor de US$ 150,000 millones, mientras que el país se encontraba en severa crisis por la caída de los precios del petróleo y las sanciones estadounidenses, y su población sufre una grave escasez de alimentos y medicinas.

Su aliado ruso le concede una reestructuración de un crédito de US$ 3,150 millones.

El 2 de enero del 2018, Venezuela fue declarada de nuevo en default por no pagar los bonos de su deuda soberana.

2020: Líbano, Argentina y otros

El 7 de marzo del 2020, Líbano, sumido en una grave crisis económica, anunció por primera vez en su historia que no cumplirá con los pagos de su deuda externa, por un monto de US$ 1,200 millones.

Su deuda total se eleva a US$ 92,000 millones (170% del PBI). Beirut pide ayuda al FMI, pero las negociaciones fracasan. En abril del 2022, el Fondo anuncia un principio de acuerdo para un plan de ayuda de US$ 3,000 millones, bajo condición de la aplicación de reformas.

En mayo del 2020, Argentina, que negocia una reestructuración de su deuda, registra el noveno default de su historia, al no cumplir con un vencimiento de US$ 500 millones. En marzo del 2022, Buenos Aires llega a un acuerdo con el FMI para el refinanciamiento de la deuda que el país tiene con el organismo, unos US$ 45,000 millones.

2022: Sri Lanka

Hundido en la peor crisis económica de su historia, Sri Lanka anuncia el 12 de abril la cesación de pagos del conjunto de su deuda externa, es decir US$ 51,000 millones.

Desde entonces, el país negocia un rescate con el FMI.