El banco central de Afganistán impuso una prohibición nacional a las criptomonedas este mes y el régimen talibán arrestó a varios responsables de plataformas de intercambio de monedas digitales que desafiaron las órdenes de dejar de comerciar con tokens digitales, según un oficial sénior de la policía.
La represión surge después de que algunos afganos recurrieran a las criptomonedas para preservar sus riquezas y mantenerlas fuera del alcance de los talibanes. Las criptomonedas se han convertido en una forma popular de mover dinero dentro y fuera del país, que está aislado del sistema bancario mundial debido a las sanciones impuestas al grupo militante.
Mientras que países desde Singapur hasta Estados Unidos están endureciendo las regulaciones para las criptomonedas a raíz de una caída del mercado que eliminó unos US$ 2 billones de riqueza y llevó a varias empresas de alto perfil a la quiebra, las prohibiciones directas son mucho más raras. Afganistán ahora se une a China, que declaró ilegales todas las transacciones de criptomonedas en setiembre del 2021.
“El banco central nos dio una orden para evitar que todos los cambistas, individuos y empresarios intercambien monedas digitales fraudulentas conocidas comúnmente como bitcóin”, dijo Sayed Shah Saadaat, jefe de investigaciones criminales en la sede de la policía en Herat, por teléfono.
Saadaat dijo que 13 personas fueron arrestadas, la mayoría de las cuales fueron puestas en libertad bajo fianza, mientras que más de 20 negocios relacionados con criptomonedas fueron cerrados en Herat, la tercera ciudad más grande de Afganistán y un centro para el comercio de tokens digitales.
Cuatro de las seis casas de bolsa de criptomonedas en Afganistán están ubicadas en la ciudad, a unos 121 kilómetros de la frontera con Irán.
Un informe del año pasado de la firma de investigación de cadenas de bloques Chainalysis clasificó a Afganistán como uno de los 20 principales países del mundo en términos de adopción de criptomonedas. Los resultados fueron ponderados por paridad de poder adquisitivo per cápita, que favorece a las naciones más pobres.
En febrero los talibanes dijeron que estudiarían si los tokens digitales pueden ser permitidos bajo las prácticas financieras islámicas, ya que estaban en búsqueda de todas las opciones para reanimar la economía, que colapsó después de que la desordenada retirada de las fuerzas estadounidenses el año pasado allanó el camino para que los talibanes tomaran el control.
Algunos eruditos religiosos habían predicho durante mucho tiempo que los talibanes terminarían prohibiendo las criptomonedas porque se consideraban “haram” o prohibidas para los musulmanes, ya que tiene elementos de apuestas e incertidumbre.
Sin embargo, otros países de mayoría musulmana han adoptado un enfoque más laxo. Los Emiratos Árabes Unidos permiten el comercio de criptomonedas en la zona franca de Dubái, mientras que Baréin respalda los activos digitales desde el 2019.