El esfuerzo de la Unión Europea (UE) para implementar un impuesto mínimo acordado internacionalmente sobre las grandes multinacionales, se encontró con la oposición de Polonia y Hungría.
Los miembros de la UE aún buscan convertir en ley un acuerdo histórico entre los países de la OCDE que obliga a los gobiernos a imponer un impuesto mínimo del 15% a las mayores empresas del mundo.
Bajo la recién iniciada presidencia rotativa de seis meses de Francia al frente del Consejo Europeo, la UE tiene la intención de ser la primera jurisdicción en implementar el acuerdo, a tiempo para su aplicación el 1 de enero del 2023.
Pero esto requeriría la aprobación unánime de los miembros del bloque, y Polonia lideró un pequeño grupo de países con una variada lista de dudas sobre el camino a seguir,
La resistencia de Polonia y Hungría surge en momentos de clara tensión en la relación entre esos dos países y sus socios de la UE, que consideran que los gobiernos de Varsovia y Budapest se alejan de los valores democráticos del bloque.
El impuesto mínimo global es solo una parte del acuerdo de la OCDE, y el centro de las críticas de los dos países es que la otra parte clave, el llamado “pilar número uno”, debe implementarse al mismo tiempo.
Esa parte contempla un acuerdo altamente complejo que haría que las empresas sean gravadas donde se obtienen sus ganancias y se destina a grandes grupos tecnológicos, pero aún no se ha finalizado por completo.
“Polonia no puede apoyar una introducción unilateral de la UE de un impuesto mínimo global, reduciendo la competitividad de la UE, dejando atrás el pilar uno”, dijo el embajador adjunto de Polonia ante la UE, Arkadiusz Plucinski, en una reunión de ministros europeos de finanzas.
“Para ello, insistimos en nuestra propuesta... que es vincular legalmente los dos pilares”, manifestó.
A su vez, el ministro de Finanzas húngaro, Mihaly Varga, declaró que no abordar el otro pilar “pondría en peligro la influencia política sobre terceros países para implementar efectivamente” el acuerdo.
En tanto, Bruno Le Maire, el ministro de Finanzas francés que encabeza la propuesta, defendió el enfoque de dos vías.
Francia espera un acuerdo final sobre el impuesto mínimo a principios de marzo, solo unas semanas antes de las elecciones presidenciales en las que el presidente Emanuel Macron es un probable candidato.