La bioquímica húngara Katalin Kariko está en el circuito de los premios. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la celebra, en Budapest la pintaron en el costado de un edificio e incluso figuró en la sección Mujeres del año de Glamour Magazine. Junto con su socio de investigación, Drew Weissman, ganó el Premio Lasker-DeBakey a la Investigación Médica Clínica, un honor que en muchos casos ha precedido al Premio Nobel.