Las grandes petroleras europeas -la francesa TotalEnergies, la neerlandesa Shell y la británica BP- han comprado US$ 93,000 millones (unos 85,000 millones de euros) de combustible a Rusia desde la anexión ilegal de Crimea en el 2014, informó la ONG Transporte y Medioambiente.
“No podemos confiar en que las grandes petroleras antepongan la ética a las ganancias”, indicó esa ONG ecologista en un comunicado.
TotalEnergies fue la que más ingresos ha aportado al Estado ruso desde el 2015, con la compra de US$ 57,000 millones de petróleo de ese país, seguida de Shell (US$ 27,000 millones) y BP (US$ 9,000 millones), según Transporte y Medioambiente, que apunta que Total y BP “incluso aumentaron la cantidad de petróleo que importaron de Rusia desde la anexión del 2014″.
Shell y BP se han retirado ahora de Rusia tras la invasión “a gran escala” de Ucrania y Total tiene pensado hacerlo a finales de año, aunque seguirá comprando gas.
“Las grandes petroleras afirman ser éticas, pero lo único que les importa son las ganancias. Desde la anexión de Crimea por parte de Rusia, han comprado miles de millones de dólares en petróleo, financiando directamente la agresión de Putin”, declaró el responsable de Transporte y Medioambiente, Carlos Calvo Ambel.
Esa organización señala que la “desconfianza en las grandes petroleras va más allá de la financiación de guerras” y se extiende al cambio climático.
“Las grandes petroleras no tienen interés en ecologizar la economía global lo más rápido posible. Solo actuarán cuando se les presione. Pero, ¿hasta dónde es demasiado lejos? ¿Tendremos que esperar hasta que los Países Bajos estén bajo el agua antes de que decidan que ya es suficiente?”, agregó Calvo.