Foto de archivo. Un jaguar bosteza dentro de una jaula en el zoológico de Santa Cruz, en San Antonio del Tequendama, Colombia, 8 de abril, 2020. REUTERS/Luisa González
Foto de archivo. Un jaguar bosteza dentro de una jaula en el zoológico de Santa Cruz, en San Antonio del Tequendama, Colombia, 8 de abril, 2020. REUTERS/Luisa González

Grupos criminales en Bolivia y otros países de América Latina sobornan a la policía y eluden las restricciones aduaneras para contrabandear partes de jaguares a China continental, reveló una investigación de grupos ambientalistas.

Setenta y cinco fuentes de inteligencia, incluidos traficantes, confirmaron en un informe encargado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza en los Países Bajos (UICN NL) que los delincuentes operan rutas establecidas y en ocasiones sobornan a oficiales de alto rango de la policía para que hagan caso omiso de esas actividades.

El jaguar, el felino más grande de América Latina, está clasificado en la lista roja de la UICN como casi amenazados.

Los jaguares son el objetivo de los traficantes que buscan vender sus huesos, genitales y dientes a clientes en Asia, la mayoría de los cuales provienen de China.

“El jaguar es una especie que es muy importante de conservar porque es una especie clave dentro de los ecosistemas donde habita, es una especie que regula las otras especies que habitan con él”, dijo Ángela Núñez, consultora independiente en Bolivia y una de las autoras del informe.

Los grupos criminales en Bolivia se aprovechan de la inadecuada aplicación de la ley, la corrupción, así como las porosas fronteras terrestres y los aeropuertos, según el informe.

Las investigaciones para el informe fueron realizadas por Earth League International (ELI), un grupo que utiliza técnicas de recopilación de inteligencia como las empleadas por las agencias gubernamentales de espionaje para rastrear los delitos contra la vida silvestre.

Los principales comerciantes de partes de jaguar en Bolivia suministran a vendedores en China o tienen vínculos con mayoristas o almacenistas con sede en ese país, según los hallazgos de ELI.

La investigación identificó al menos tres grupos criminales que operan en Bolivia involucrados en el tráfico de partes de jaguares, incluida la llamada Putian Gang, la rama sudamericana del grupo de crimen organizado chino, la Mafia de Fujian.

Las partes de jaguar en China se hacen pasar por productos de tigre y se venden por sus reputadas propiedades medicinales.

Los colmillos, que también se venden como dientes de tigre, cuestan hasta 10 veces su valor en América del Sur, reveló el informe.

Muchas partes de jaguares se trafican por avión, pero también se han utilizado servicios postales y de transporte marítimo internacional.

Se desconoce el paradero actual de cientos de colmillos incautados en Bolivia entre el 2014 y 2019, dijeron los investigadores. Las autoridades bolivianas no respondieron a las preguntas de Reuters sobre el paradero de los colmillos.

No se han incautado partes de jaguar desde enero del año pasado, y es probable que las nuevas rutas y métodos de tráfico influyan, agregó el informe.

Ni siquiera conocemos el verdadero alcance (del tráfico)”, dijo Valeria Boron, coordinadora de ciencia e investigación en América del Sur de Panthera, la organización mundial de conservación de gatos salvajes. Panthera no participó en el informe.

Las cifras en Bolivia apuntan a que cientos de colmillos de jaguar han sido confiscados en los últimos años y eso es solo la punta del iceberg”, concluyó.