La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) advirtió que existe la posibilidad de que militantes se unan a los migrantes que huyen de Afganistán, lo que podría aumentar las amenazas a la seguridad de Europa y Estados Unidos después de la retirada estadounidense de Kabul a principios de esta semana.
“Hemos puesto en marcha medidas para evitar eso, pero en grandes cantidades es un riesgo”, dijo el viernes Stefano Pontecorvo, máximo representante civil de la OTAN en Afganistán, en una entrevista, refiriéndose a los militantes que intentan utilizar los flujos de refugiados para infiltrarse en países occidentales. “Estoy seguro de que es el caso”.
La Unión Europea quiere detener la migración desde Afganistán y ha aludido a una posible amenaza a la seguridad. Hasta ahora, unas 500,000 personas han sido desplazadas en Afganistán este año, pero no ha habido evidencia de personas que ingresen a países vecinos, ni ha habido un movimiento significativo hacia el bloque, según una nota diplomática de la UE a la que Bloomberg tuvo acceso.
Pontecorvo, quien participó en el esfuerzo para evacuar a los civiles afganos desde Kabul en agosto, dijo que se espera que el fin de la presencia estadounidense libere las solicitudes territoriales de ISIS-K en el país. “Ese es un riesgo con el que los talibanes tendrán que lidiar”, dijo.
Si bien la OTAN podría participar en la ayuda con la amenaza de ISIS-K, Pontecorvo admitió que el papel de la alianza estará sujeto a “muchas preguntas y reflexiones” después de la caótica retirada de las fuerzas occidentales. “La OTAN es bastante sólida, pero hay muchas lecciones que se pueden aprender”.
Los Estados miembros de la UE también han expresado preocupaciones similares sobre el riesgo de que Afganistán se convierta en un puerto para grupos terroristas bajo el régimen talibán.
Por otra parte, la UE está evaluando establecer algún tipo de presencia europea conjunta en Afganistán mientras el bloque trabaja para evaluar las condiciones para un futuro compromiso con los talibanes, dijo el viernes el alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, Josep Borrell.
La medida tentativa de los ministros de relaciones exteriores es un intento de llenar físicamente el vacío dejado por varias naciones de la UE que se vieron obligadas a seguir la evacuación de Estados Unidos desde Afganistán, mientras el bloque busca diseñar una estrategia propia para futuros lazos con los talibanes.