La Organización Mundial de la Salud (OMS) suprimió en sus estadísticas sobre la viruela del mono la distinción entre países endémicos y no endémicos, a fin de facilitar la elaboración de una “respuesta unificada” al virus.
Hasta hace poco se consideraba que esa enfermedad infecciosa, de baja mortalidad, “ocurría principalmente en África occidental y central”, señala la OMS.
Pero en los últimos meses se han notificado casos en 42 países de cinco regiones (Américas, África, Europa, Mediterráneo Oriental y Pacífico Occidental), explica el organismo de salud de la ONU en su último boletín sobre el tema, del 17 de junio y enviado a los medios de prensa este sábado.
En consecuencia, “estamos eliminando la distinción entre países endémicos y no endémicos, informando sobre países juntos cuando sea posible, para reflejar la respuesta unificada que se necesita” ante el virus, concluye.
Entre el 1 de enero y el 15 de junio de 2022, se notificó “un total acumulado de 2,103 casos confirmados” de la viruela del mono, así como “un caso probable y una muerte [en Nigeria NDLR], en 42 países de cinco Regiones de la OMS”, indica el informe.
La OMS evaluará el 23 de junio si el brote actual representa una “emergencia de salud pública de alcance internacional”.
La mayoría de los casos confirmados se sitúa en Europa (1,773, o un 84%). Le siguen el continente americano (64 casos, 3%), el Mediterráneo oriental (14 casos) y el Pacífico occidental (7 casos).
Pero la OMS considera probable que el número real de casos sea superior, porque el virus pudo estar “circulando sin ser reconocido durante algún tiempo (...) que puede remontarse a 2017″, en regiones donde no se lo había señalado antes.
En el actual brote, la mayoría de los casos se reportan a “hombres que tienen relaciones sexuales con hombres”. La gran mayoría de ellos no había estado en países africanos donde el virus tiene carácter endémico.
La viruela del mono, o ortopoxvirus símico, fue identificada en humanos en 1970 y es considerada menos peligrosa que la viruela, de la misma familia, erradicada en 1980.
Se trata de una enfermedad rara, provocada por un virus transmitido por animales infectados.
Pero en el brote actual, la transmisión entre humanos se ha vuelto preponderante.
La enfermedad puede causar fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, ganglios linfáticos inflamados, escalofríos y fatiga.
Luego aparecen erupciones (en la cara, las palmas de las manos, las plantas de los pies), lesiones, pústulas y finalmente costras.
Pero sus síntomas suelen desaparecer al cabo de dos o tres semanas.