Chile está lidiando con otra consecuencia más de la pandemia de COVID-19. Los años de distanciamiento social y de uso de tapabocas frenaron la propagación no solo del COVID, sino también de otros virus comunes.
Ahora que la gente ha vuelto a compartir, también contagian las enfermedades infecciosas, y el país lidia ahora con un pico masivo de enfermedades que abruma a los hospitales.
Los principales impulsores de los recientes problemas de salud del país han sido el virus respiratorio sincitial (RSV), el adenovirus, el metapneumovirus y dos tipos de influenza, según datos del Instituto de Salud Pública de Chile. El RSV puede causar enfermedades graves e incluso mortales en los niños.
El virus prácticamente desapareció en 2020, pero está reapareciendo de manera viciosa ya que representó casi 3.000 casos nuevos a la semana en junio, según datos del Gobierno chileno.
LEA TAMBIÉN: Chile retorna al uso obligatorio de mascarillas por brote de virus sincitial
El pueblo ha expresado su indignación por la dificultad de las circunstancias. Algunos han acusado al Gobierno de actuar con demasiada lentitud y de no aumentar la cantidad de camas de cuidados intensivos disponibles en los hospitales, particularmente para los niños.
En ocasiones, la ministra de Salud, Ximena Aguilera, ha tratado de menguar la inconformidad. En un punto dijo que era difícil que un infante que murió en la oleada viral hubiera sobrevivido incluso si hubiera habido una cama disponible en la UCI. El comentario solo provocó más irritación. Luego se disculpó.
El Gobierno indicó que está tomando las medidas necesarias para abordar la situación. Ordenó que los estudiantes vuelvan a usar tapabocas en los colegios. También aumentó el número de camas de cuidados intensivos pediátricos en casi un 60%, según el presidente, Gabriel Boric.
Además, circulan advertencias de otra amenaza para el sistema. Solo alrededor del 57% de los chilenos mayores de 65 años han sido vacunados contra la influenza, lo que podría significar que los hospitales estarán saturados en aproximadamente un mes, según un informe de La Tercera.
LEA TAMBIÉN: Santiago vive su primera preemergencia ambiental del año por mala calidad del aire
La semana pasada, Boric dijo que estaban trabajando arduamente para que todas las personas que lo requieran tengan acceso oportuno a la atención médica.
El índice de aprobación de Boric sigue a la baja y los expertos en salud del país critican la forma en que el Gobierno chileno se ha comunicado sobre el aumento viral. No obstante, parte de la indignación puede ser el resultado de la politización del tema, según Leonardo Ristori, quien dirige la unidad de emergencia en Clínica Indisa en Santiago.
Ristori opina que nos enfrentamos a una epidemia para la cual no hay vacuna (a diferencia del COVID). Pero la respuesta ha sido apropiada, ya que los hospitales públicos y privados han ido adaptando sus camas disponibles para tratar a los niños, agregó.
Sin embargo, Ristori tiene una crítica para el Gobierno: los tapabocas deberían haber sido obligatorios en los colegios mucho antes.
LEA TAMBIÉN: Banco Central de Chile rebaja proyección de crecimiento del PBI para 2023
Disfruta tus descuentos del Club de Suscriptores cuantas veces quieras gracias a tu suscripción a Gestión. Más de 300 promociones esperan por ti, descúbrelas aquí. Y si aún no eres suscriptor, adquiere tu plan aquí