El avión que transporta a la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, aterrizó a las 22.43 hora local (14.43 GMT) en el aeropuerto Songshan de Taipéi, dando comienzo a una visita contra la cual Pekín había anunciado represalias.
A su llegada, tras un viaje de siete horas que comenzó en Kuala Lumpur (Malasia) y en el que esquivó el Mar de China Meridional y sobrevoló Indonesia y Filipinas, Pelosi fue recibida por el ministro de Asuntos Exteriores de la isla, Joseph Wu Chao-hsieh y por la directora del Instituto Estadounidense de Taiwán, Sandra Oudkirk.
Pelosi declaró en su cuenta de Twitter minutos después de aterrizar que su visita “honra el compromiso inquebrantable de Estados Unidos con el apoyo a la vibrante democracia taiwanesa”.
La funcionaria añadió que su viaje “no contradice las políticas mantenidas desde hace un largo tiempo por Estados Unidos” y que su país “se opone a esfuerzos unilaterales para alterar el statu quo”.
Ni Pelosi ni el Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán habían confirmado si la gira que la funcionaria lleva a cabo por Asia incluiría una visita a Taiwán, posibilidad adelantada por medios estadounidenses y taiwaneses.
Se trata de la primera visita de un presidente de la Cámara de Representante de EE. UU. a Taiwán desde 1997, cuando el republicano Newt Gingrich visitó la isla.
En la noche del martes, poco antes de que aterrizara el avión de Pelosi, el rascacielos más alto de Taipéi, el Taipei 101, se iluminó con mensajes dirigidos a la funcionaria estadounidense como “Bienvenida a Taiwán”, “Gracias a nuestro amigo democrático”, “La amistad entre Estados Unidos y Taiwán siempre será firme” y “Protejamos juntos el orden internacional”.
Por su parte, legisladores de la isla expresaron su bienvenida a la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU.: “La visita aumentará la fe de Taiwán en el compromiso de Estados Unidos con su seguridad”, declaró Lo Chih-cheng, del gobernante Partido Progresista Democrático (PPD) y citado en medios locales.
Su compañero de partido Wang Ting-yu dijo que la presencia de Pelosi en la isla “probará que la alianza entre Estados Unidos y Taiwán puede soportar la presión por parte de China” y vaticinó que una posible intimidación militar por parte de Pekín demostrará su naturaleza “pendenciera” frente a la comunidad internacional.
Poco antes de la llegada de Pelosi a Taiwán, medios estatales chinos informaron del cruce del estrecho de Taiwán por aviones militares chinos SU-35, sin que de momento se hayan facilitado más detalles al respecto.
Este martes, la Cancillería china aseguró que es “difícil imaginar una acción más temeraria y provocadora” por parte de Estados Unidos que esta visita, sobre la cual el Ejército chino ya advirtió recientemente de que no se “quedaría de brazos cruzados”.
China reclama la soberanía de la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.