Moderna Inc. y Takeda Pharmaceutical Co Ltd dijeron el miércoles que están trabajando con las autoridades japonesas para retirar tres lotes de vacunas COVID-19, después de que una investigación encontró partículas contaminantes de acero inoxidable en algunos viales.
Las autoridades japonesas habían suspendido la semana pasada el uso de estos lotes de inyecciones de Moderna que contenían 1.63 millones de dosis, después de ser notificados sobre la contaminación.
El Ministerio de Salud de Japón dijo el miércoles, basándose en la información de la investigación de las empresas, que no creía que las partículas de acero inoxidable representaran algún riesgo adicional para la salud. Moderna dijo que la contaminación probablemente ocurrió durante la producción.
Takeda distribuye la vacuna de Moderna en Japón.
La causa más probable de la contaminación estuvo relacionada con la fricción entre dos piezas de metal en la maquinaria que pone tapones en los viales, dijo Moderna en el comunicado conjunto con Takeda. Se confirmó que el material era acero inoxidable.
Moderna realizó su investigación en asociación con Takeda y el fabricante español Rovi, que opera la planta donde ocurrió la contaminación.
“El acero inoxidable se usa habitualmente en válvulas cardíacas, reemplazos de articulaciones y suturas y grapas metálicas. Como tal, no se espera que la inyección de las partículas identificadas en estos lotes en Japón resulte un mayor riesgo médico”, dijeron Takeda y Moderna en un comunicado conjunto.
Las acciones de Moderna subían más de un 2% tras el comunicado.
La administración de inyecciones de Moderna se detuvo en Japón después de que se descubrió que 39 viales contenían material extraño. Todos los viales procedían de un solo lote, pero las tomas de otros dos lotes de la misma línea de fabricación de Rovi se suspendieron como medida de precaución.
Los tres lotes fueron los únicos afectados por el problema de la fabricación, según el comunicado. Rovi ha inspeccionado completamente su planta de fabricación e implementado nuevos procedimientos para evitar problemas similares en el futuro, agregó.
El tema de la contaminación generó más atención después de que el Ministerio de Salud dijera el sábado que dos hombres, de 38 y 30 años, murieron en agosto pocos días después de recibir su segunda dosis de Moderna. Cada uno había recibido una dosis de uno de los lotes suspendidos.
La causa de muerte en los dos casos aún se está investigando.
Moderna y Takeda dijeron en el comunicado conjunto que no había evidencia de que las muertes fueran causadas por la vacuna. “Actualmente, se considera que la relación es una coincidencia”, dijeron las empresas en el comunicado.