
Las nuevas medidas que aligeran los aranceles a la industria automotriz anunciadas por el presidente estadounidense Donald Trump son un “avance” para México, dijo este miércoles la presidenta Claudia Sheinbaum.
México es uno de los países más vulnerables a los aranceles de Trump ya que el 80% de sus exportaciones van a Estados Unidos, su mayor socio comercial.
Y el sector automotor tiene vital importancia para el país, sede de varias fábricas de las principales armadoras del mundo como Ford y General Motors, y un importante proveedor de autopartes.
El martes, Trump firmó un decreto que limita el impacto de los aranceles a esta industria. Con los cambios, la tarifa aduanera del 25% para un vehículo importado no se sumará al 25% aplicado al acero o al aluminio.

El gobierno estadounidense también otorgó a la industria un período de gracia de dos años para mover las cadenas de suministro a Estados Unidos.
Y para todos los vehículos fabricados y vendidos en Estados Unidos que utilicen piezas importadas los fabricantes que paguen el 25% de aranceles podrán recuperar una parte del dinero.
Sheinbaum dijo que son mejores condiciones a las que se tenían en marzo y representan un “reconocimiento del valor del tratado comercial México, Estados Unidos y Canadá”.
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La mandataria reconoció que su gobierno no está de acuerdo con la política arancelaria de Trump, pero aseguró que comparado con el resto del mundo, México tiene “ventajas competitivas”.
“Nos falta, pero somos optimistas y seguimos dialogando”, precisó.
Este miércoles, el instituto de estadística INEGI informó que la economía mexicana, la segunda más grande de América Latina después de Brasil, avanzó 0.6% anual en el primer trimestre.
Sin embargo, las actividades industriales, que incluyen a las manufacturas de exportación, cayeron 1.4% anual.
Sheinbaum dijo en su conferencia que el dato es “una buena noticia” frente a la incertidumbre que ha causado la política comercial de Trump.