La multinacional energética española Iberdrola considera que el Gobierno mexicano y la compañía ganan con la venta de 8.534 MW a un fondo público de México por unos 5,480 millones de euros (US$ 6,000 millones), se fortalece la relación con las autoridades del país norteamericano y se pone el foco en nuevas oportunidades en Estados Unidos y Europa.
Iberdrola espera que la transacción en México se cierre antes de final de año, una vez se tenga el acuerdo final y la aprobaciones regulatorias, según señala al supervisor español, la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
La operación se enmarca en la estrategia 2023-2025 de Iberdrola, centrada en un crecimiento en redes y renovables con nuevas oportunidades en Estados Unidos y Europa, y con más exposición a zonas con calificación crediticia A.
La transacción, con la que Iberdrola se deshace de cerca del 75% de la potencia instalada en México, supondrá además una mejora de los ratios de deuda y un fortalecimiento de la posición financiera.
El grupo español entiende que la operación se ha cerrado a un precio adecuado y con una valoración atractiva.
Según la eléctrica, este acuerdo reafirma la estrategia del grupo y mantiene a México como un mercado principal, con un “mix” de generación más verde y con foco puesto en clientes privados.
Iberdrola mantiene su presencia en México con 1,059 MW renovables, 1,166 MW de ciclos combinados, 202 MW de cogeneración y una cartera renovable de 6 GW con mayor certidumbre.
La nueva Iberdrola México tendrá el foco puesto en renovables y clientes; cerca de 2,400 MW en funcionamiento en el país, con más de 1 GW renovables; en torno a los 6,000 MW de cartera renovable para explorar nuevas oportunidades; y mantendrá la actividad comercial y el acceso a capacidad para garantizar el suministro a clientes privados mexicanos.
De la cartera objeto de transacción (12 ciclos combinados que suman 8,436 MW y 1 parque eólico de 103 MW), cuatro activos que suman cerca de 1,400 MW están afectados por litigios con organismos reguladores.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, anunció que la compra a Iberdrola por parte del mayor administrador de fondos del país, Mexico Infrastructure Partners, con participación del Estado mexicano, supone una “nueva nacionalización”, ya que pasarán a formar parte del “patrimonio público”.