El crecimiento económico de México estuvo en línea con las expectativas para los primeros tres meses del 2022, una señal positiva para un país que evitó por poco caer en una recesión a fines del año pasado.
El producto bruto interno (PBI) creció 1% en el primer trimestre con respecto al trimestre anterior, por encima de la lectura preliminar de 0.9% publicada en abril, según datos finales dados a conocer el miércoles por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Analistas en una encuesta de Bloomberg habían estimado 1% de crecimiento en la comparación trimestre a trimestre.
En términos interanuales, el PBI se expandió 1.8% en el período de enero a marzo, frente a la lectura preliminar de 1.6% reportada el mes pasado.
El sector de manufactura y servicios encabezó la recuperación, gracias a que las exportaciones a Estados Unidos, el mayor socio comercial de México, continuaron beneficiando a la segunda economía más grande de América Latina, especialmente una vez pasado el nivel más alto de contagios por la variante ómicron, registrado a fines de enero.
“Lo deseable es que creciéramos más, pero no es un mal crecimiento”, dijo Janneth Quiroz Zamora, subdirectora de análisis de Monex Casa de Bolsa. “Hubo una implicación de ómicron, pero no tan marcada o tan fuerte” como se esperaba.
Si bien ha distribuido ayuda a agricultores, reducido impuestos y entregado subsidios para paliar el aumento de los precios del combustible y la energía, el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha mostrado renuente a emular a otras grandes economías de América Latina tomando medidas para estimular la economía.
Los intentos de su Gobierno por tentar a empresas del extranjero con el atractivo de que tendrán cadenas de suministro más cortas y estarán más cerca de los consumidores estadounidenses han tenido pocos resultados hasta ahora.
De cara al futuro, abundan los obstáculos para el crecimiento. La invasión de Rusia a Ucrania ya ha tenido un impacto alarmante en los precios de los alimentos y la energía en México y ha exacerbado las dificultades en las cadenas de suministro globales ya interrumpidas, lo que afecta al país de manera desproporcionada, ya que es uno de los exportadores más grandes del mundo. Los factores económicos en Estados Unidos también pueden afectar el desempeño de México.
“Hubo cierto impulso hacia el segundo trimestre”, dijo Nikhil Sanghani, economista de Capital Economics para América Latina. “Sin embargo, el crecimiento será lento a medida que la actividad se enfríe en Estados Unidos y una alta inflación y política monetaria más ajustada afecten la demanda interna”.
Pronósticos
Evaluando los crecientes desafíos, el Fondo Monetario Internacional recortó en abril su pronóstico del PBI de México para el 2022 a 2%, por debajo del 2.8% de enero, y la mitad de su pronóstico de 4% presentado en octubre de 2021.
Economistas encuestados por Citibanamex este mes fueron aún menos optimistas, con un pronóstico del PBI para el 2022 de 1.8%, solo marginalmente mejor que el 1.73% estimado en la encuesta más reciente del banco central a economistas.
Sin embargo, después el pronóstico más reciente del FMI, la Reserva Federal de Estados Unidos elevó su tasa clave por segunda vez en igual número de reuniones y se comprometió a seguir subiéndola hasta que los funcionarios vean un enfriamiento “claro y convincente” de la inflación, agudizando el fantasma de una recesión en la economía más grande del mundo y una contracción en la demanda de exportaciones mexicanas.
Al mismo tiempo, la persistente inflación interna ha hecho que el banco central de México implemente un agresivo ciclo de ajuste que ha elevado la tasa de referencia de 4% en junio pasado a 7% actualmente, con una posible tasa terminal del 10%, según estimaciones del subgobernador Jonathan Heath.