Hay un gran vacío en el desierto del norte México donde Elon Musk dijo este año que Tesla Inc construiría su próxima gran planta de automóviles. Los lugareños, que hace solo unos meses estaban entusiasmados, ahora están moderando las expectativas.
La construcción de la fábrica de Nuevo León, que tenía previsto fabricar los vehículos más baratos de la próxima generación de Tesla, se ha retrasado debido a las dudas de Musk sobre la economía global. El proceso también ha enfrentado otros problemas, como retrasos en los permisos y la falta de infraestructura.
México ha tratado de disipar las preocupaciones de que la planta pueda ser cancelada. Esta semana, el Gobierno estatal aprobó US$ 153 millones en incentivos para infraestructura básica como carreteras y tratamiento de agua, así como una reducción en el impuesto sobre la nómina. Días antes, el regulador ambiental del país otorgó a Tesla un permiso de uso de suelo.
Aun así, Tesla necesitará varios permisos locales y federales más, incluido el de la Comisión Reguladora de Energía, para construir y operar la fábrica de Nuevo León, y también se requiere infraestructura adicional.
Cuando Tesla se instaló en Nuevo León hace solo nueve meses, políticos y ejecutivos aclamaron el hecho como un modelo de nearshoring, o que empresas internacionales lleven una gran parte de su producción a México para estar más cerca de Estados Unidos. Se espera que la inversión de la empresa en el país alcance los US$ 10,000 millones a través de múltiples fases.
El gobernador de Nuevo León, Samuel García, preveía que Tesla enviara los primeros vehículos fabricados en México el próximo año. Ahora, no está claro si la planta abrirá incluso en 2025. El sitio de la fábrica se ubica en un terreno baldío lleno de cactus a lo largo de la carretera, y el único indicio de que Tesla se instalará allí es un cartel de bienvenida de un agente inmobiliario local que mira a través de una cerca de alambre de púas.
Musk dijo en octubre que, si bien todavía planea construir la fábrica, está reacio a avanzar a toda velocidad debido a las altas tasas de interés. En una entrevista más reciente, Musk dijo que Tesla fabricará primero su vehículo básico de próxima generación en su planta de Texas, ya que la de México no estará lista a tiempo. La estrategia de abastecimiento de baterías para la fábrica de Tesla en México sigue sin estar clara.
La planta podría estar operativa a finales de 2025 o principios de 2026, según estimaciones de Scott Chen, director ejecutivo de Yinlun TDI LLC, la filial californiana del fabricante chino. Su empresa suministra componentes que incluyen piezas de calefacción y refrigeración a la planta de Tesla en Austin, donde se ensambla el vehículo utilitario deportivo Model Y y el nuevo Cybertruck.
Chen espera abastecer la planta de Tesla en Nuevo León una vez que esté operativa, y Yinlun planea prácticamente duplicar su número de empleados en México cuando se abra una segunda planta. E incluso podría abrir una tercera.
El ejecutivo todavía tiene la esperanza de que Tesla proporcione un impulso económico. “He oído que podrían estar desacelerando un poco el paso”, dijo. “Pero ahora mismo estamos bastante ocupados apoyando a Austin”.
Para que la promesa del nearshoring se haga realidad, México también tendrá que superar divisiones internas. Es probable que gran parte de la inversión de EE.UU. dirigida a México se destine al norte del país, una zona que ya es relativamente más rica. Eso ha creado tensión y el presidente Andrés Manuel López Obrador, o AMLO, ha arremetido en contra de los líderes locales que no lo están ayudando a canalizar más dinero hacia el sur.
Antes de que Tesla anunciara su intención de construir una fábrica en Nuevo León, AMLO cuestionó la capacidad del estado para suministrar agua a las empresas. El fabricante de vehículos eléctricos siguió adelante con la selección del lugar, pero solicitó que Nuevo León mejorara la disponibilidad de electricidad, agua y transporte antes de comenzar la construcción.
Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, considera que los problemas son una vergüenza dado que Nuevo León era conocido como la entidad del nearshoring y porque también ha habido muchos anuncios que no se han materializado y eso empieza a decepcionar.
A Antonio López Vásquez, residente de Nuevo León, le preocupa que AMLO pueda dificultar que el estado reciba fondos para infraestructura y otras necesidades. Sin embargo, considera que la llegada de Tesla es positiva dentro del contexto de las nuevas empresas o industrias que se están estableciendo en el estado.
Otra residente, Laura Cantú, tiene la esperanza de que la planta de Tesla sea de gran ayuda para la economía local. Señala el ejemplo de Kia Corp., que en 2016 inauguró una planta en el municipio de Pesquería en Nuevo León.
Cantú considera que es muy beneficioso que se instalen empresas grandes, ya que traen consigo a todos sus proveedores y vienen con mucho ímpetu para crecer e instalar industrias.