El metano es un gas de efecto invernadero que actualmente podría estar contribuyendo más al calentamiento global que el dióxido de carbono. También es invisible e inodoro, lo que dificulta su detección.
Científicos están empezando a identificar las mayores fuentes de metano, en la medida que los avances en los equipos de vigilancia han revelado contaminantes ocultos.
Las limitaciones técnicas significan que aún no tenemos una imagen completa de este problema. Por ejemplo, a los satélites se les dificulta detectar las emisiones en alta mar y en latitudes más altas como el Ártico, donde Rusia tiene extensas operaciones de petróleo y gas.
Según la Iniciativa Global de Metano, el ganado domesticado, las fugas de la industria del petróleo y el gas, los vertederos y la minería del carbón son solo algunas de las actividades humanas que generan emisiones de este tipo. Actualmente, al menos una cuarta parte del calentamiento global es causado por las emisiones de metano provocadas por el hombre, estima el Fondo de Defensa Ambiental (EDF, por sus siglas en inglés).
En números
84 veces, el número de calor que atrapa el metano, en comparación con el dióxido de carbono, durante dos décadas.
250,000 automóviles, es el impacto equivalente en el calentamiento del planeta de las fugas de metano de al menos ocho gasoductos y bengalas apagadas detectadas en Turkmenistán en febrero.
US$2.000 millones, es el valor del gas que se perdió en EE.UU. a través de fugas entre 2012 y 2018, según un estudio de EDF.
Por qué importa
En la lucha contra el calentamiento global, el metano ha pasado desapercibido durante años mientras los activistas y científicos se concentraban en frenar las emisiones de dióxido de carbono. Sin embargo, el tema ha cobrado importancia recientemente.
La urgencia de actuar se hizo evidente en abril, cuando la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. dijo que el aumento en las concentraciones globales de metano el año pasado fueron las mayores registradas, contrastando fuertemente con la caída de las emisiones de carbono impulsada por la pandemia.
Una de las formas más efectivas de restringir el metano es evitar que las empresas de energía lo liberen. La sustancia es el componente principal del gas natural y los productores tienen muchos incentivos para hacer su parte: las fugas de equipos defectuosos son productos desperdiciados y una fuente potencial de daño a la reputación.