Una broma común entre los alemanes en vísperas de las elecciones federales de este año es preguntar si los hombres tienen lo que se necesita para ser canciller, pero la realidad es que las mujeres siguen teniendo dificultades para entrar en la política en la mayor economía de Europa.
A pesar de llevar 16 años al frente de Alemania, Angela Merkel ha tenido dificultades para inspirar a la próxima generación de mujeres políticas. Y más allá de la tradicional brecha de género, las cosas son aún peores. En las elecciones de este año, solo una persona no binaria, la primera en ser reconocida como tal, se postula a un cargo entre más de 6,000 personas.
Mientras que un número récord de mujeres está haciendo campaña en el ciclo electoral de este año, todavía hay miles de hombres que buscan un cargo, según datos publicados esta semana por el Bundeswahlleiter, el máximo responsable de supervisar las elecciones en Alemania, y analizados por Bloomberg.
Las mujeres representan el 33% de los 6,211 candidatos de Alemania este año, en comparación con el 29% durante las últimas elecciones del 2017. Si bien el número es relativamente bajo, suelen tener buenos resultados en las urnas. La proporción de candidatas que acaban ingresando al parlamento alemán es mayor que la proporción de las que se postulan, y ha sido así durante aproximadamente dos décadas.
En cuanto a partidos, Merkel ha influido en su bloque conservador, que compite con los Verdes por la mayor cantidad de mujeres que postulan a cargos este año. Sin embargo, Annegret Kramp-Karrenbauer, la protegida elegida por Merkel, dimitió tras una serie de errores, y la dirección de los demócratacristianos ahora está dominada por hombres.
También existen importantes diferencias geográficas. En el estado norteño de Schleswig-Holstein, que limita con Dinamarca, la proporción de candidatas es la que más ha aumentado con Merkel y ahora es la más alta del país.
Pero la falta de progreso en estados como Baviera y el antiguo este comunista, de donde proviene Merkel, pone de manifiesto que a Alemania le queda mucho camino por recorrer en términos de diversidad política.
Merkel, que se prepara para dejar la escena política tras las elecciones del 26 de setiembre, ha reconocido estas deficiencias durante años. A fines de 2018, lo calificó como “una cuestión elemental para nuestra democracia” y el mes pasado lamentó la falta de avances.
“Muchas mujeres políticas siguen siendo objeto de abusos verbales, amenazas e incluso un odio descarado”, dijo en el estreno de un documental sobre las mujeres en la política de Alemania Occidental. “Para decirlo sin rodeos: todavía no hemos logrado la igualdad real entre mujeres y hombres en Alemania. Queda mucho por hacer”.