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El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, favorito para las elecciones de octubre, propuso un nuevo marco fiscal basado en la “credibilidad y la previsibilidad”, según un documento que formaliza sus planes.
Según el documento, un posible gobierno de Lula trataría de eliminar el techo de gasto de Brasil, al tiempo que revisaría el actual marco fiscal.
Lula, que aventaja al actual presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro en las encuestas, indicó en el documento que si es elegido en octubre apoyará una reforma fiscal con “los pobres pagando menos y los ricos pagando más”.
El plan también prevé la transición de Brasil a una nueva política de precios de los combustibles que tenga en cuenta los “costos nacionales”, en momentos en que el país enfrenta una alta inflación y elevados precios de la energía.
La petrolera estatal Petrobras fija actualmente los precios de los combustibles de acuerdo con los mercados energéticos internacionales y las tasas de cambio, en lugar de ofrecer subsidios.
El documento añade que las políticas destinadas a reducir la volatilidad de las tasas de cambio también podrían servir para reducir la inflación.
El banco central de Brasil ha subido las tasas de interés en un intento de controlar los altos precios al consumo.
