A la izquierda, una toalla estampada con la efigie del exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva sobre un fondo rojo; a la derecha, otra con el retrato presidencial de Jair Bolsonaro escoltado por la bandera de Brasil.
Aunque todavía faltan tres meses para las presidenciales de octubre, el clima electoral ya se siente en las calles de Rio de Janeiro, donde proliferan los puestos que venden toallas estampadas con el retrato de los dos candidatos favoritos.
Wallace Santana las vende en un paseo peatonal del centro, junto a otras toallas de equipos de fútbol y personajes de películas como Spiderman o Iron Man y la princesa Moana.
“Personalmente, votaré a Lula, pero coloco lo que más se está vendiendo”, dice Santana, justificando por qué exhibe en una soga tres toallas del izquierdista y apenas una de Bolsonaro.
“Si se estuviese vendiendo más la de Bolsonaro, pondría más. Es una decisión profesional, de aquí saco mi sustento”, dice este joven negro risueño, con trenzas africanas y gorra de visera.
En su tienda de ropa y accesorios Virou Tendencia en el centro de Rio, la comerciante Evelin Correa vende unas 700 toallas ‘políticas’ por semana: 300 de cuerpo, a 20 reales cada una (US$ 4) y 400 de manos, a 5 reales (US$ 1).
“La gente viene buscando las toallas y escuchamos de todo: desde mujeres que dicen que ahora van a secarse el cuerpo con un hombre sexi, hasta personas que cuentan que la usarán como capa, o como bandera para colgar en la ventana”, relata Correa.
“Antes se vendía más la de Bolsonaro, pero ahora las de Lula se dispararon”, asegura la empresaria, que por cada diez toallas vendidas la semana pasada, entregó siete del expresidente y tres del actual.
A tres meses de los comicios, las encuestas indican que Lula mantiene una amplia ventaja sobre Bolsonaro.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT), de 76 años, concentra un 47% de las intenciones de voto, cerca de una victoria en primera vuelta, según el último sondeo del instituto Datafolha.
El mandatario ultraderechista, de 67 años, le sigue con 28% y el centroizquierdista Ciro Gomes, tercero, reúne apenas 8% de los apoyos.
En este contexto polarizado, las toallas de Lula y Bolsonaro ganan terreno en semáforos, playas y otros puntos de venta callejera en todo Brasil.
También se venden por Internet, a unos 20 reales (US$ 4) la unidad.
Sobre el escenario, artistas como Chico Buarque y Pabllo Vitar también agitaron toallas de Lula como si fueran banderas tras recibirlas del público, en gesto de apoyo a la candidatura del expresidente.
Arthur Xavier pasa junto al puesto de Santana gritando “¡Vamos Bolsonaroo!”. Pero defiende que ambos modelos de toalla deben coexistir. “No sería democrático vender solo de uno o de otro. Es una forma de mover el mercado de quienes trabajan en la calle”, concluye.