Para aquellos que temen quedar atrapados en largas filas de espera o tener que soportar incómodos hisopos nasales para hacerse la prueba del COVID-19, los perros podrían ser una luz de esperanza.
Creciente evidencia muestra que los caninos podrían servir para detectar el coronavirus en puertos de entrada, así como olfatean bombas, drogas u otras enfermedades. Esto reduciría potencialmente largas esperas en filas de prueba y fortalecería los esfuerzos para contener la transmisión de manera rápida, barata y no invasiva.
Dos perros podrían escanear con precisión a 300 pasajeros en aproximadamente media hora como parte de una estrategia de detección rápida, según una investigación de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres. Eso significaría que solo las personas seleccionadas por los perros tendrían que someterse a una prueba PCR.
“Los métodos actuales de prueba de COVID no son adecuados para la detección rápida de un gran número de personas, como en aeropuertos u otros lugares públicos en los que hay que examinar a muchas personas muy rápidamente”, dijo James Logan, jefe del departamento de control de enfermedades de la Escuela de Higiene de Londres, en una sesión informativa de mayo.
Los perros lograron detectar tanto a pacientes asintomáticos como a personas con dos cepas diferentes y algunas con baja carga viral. La estrategia de la selección canina seguida de una prueba de PCR detectaría el 91% de los casos, dijeron los científicos.
Otro estudio francés mostró que la detección de perros alcanzó el 97% de sensibilidad, lo que significa que así de bien los caninos podrían identificar muestras positivas. El olfateo también fue específico al 91%, lo que califica la capacidad de los perros para identificar los negativos.
El índice de sensibilidad supera al de muchas pruebas de antígenos de 15 minutos, que tienden a ser mejores para descartar una infección que para encontrarla. Y el año pasado, investigadores alemanes dijeron que los caninos entrenados pudieron distinguir entre muestras de saliva de personas infectadas con el virus y aquellas que no lo estaban más del 90% del tiempo.
Si bien Finlandia, Dubái y Suiza han comenzado a entrenar perros para olfatear infecciones, el método aún no se ha desplegado de manera más amplia.
Los investigadores del estudio del Reino Unido dijeron que creen que los resultados podrían ser replicados en los entornos del mundo real, allanando el camino para un escaneo masivo más suave y más tierno.