Bandera China (AFP)
Bandera China (AFP)

Crecimiento económico más lento, ajustes reglamentarios en varios sectores, posible quiebra del gigantesco desarrollador inmobiliario Evergrande: China envía señales que podrían volver temerosos a los inversores extranjeros.

Con US$ 149,000 millones de inversión extranjera directa el año pasado, según los datos de un informe anual de , China (sin incluir Hong Kong) es un destino central de las finanzas mundiales.

Pero “desde hace algunos meses, el movimiento en los mercados económicos y financieros chinos se parece a un accidente de tren en cámara lenta”, describe Erik Nelson, de Wells Fargo.

Para el analista, los inversores “reaccionaron al riesgo chino como en una novela de (Ernest) Hemingway: gradualmente primero, y luego de golpe”.

El comienzo de esta semana fue doloroso para las bolsas mundiales: de Wall Street a Hong Kong, pasando por las plazas europeas, todos los índices cayeron bruscamente el lunes. El martes el Nikkei cayó más de 2% en al regreso de un feriado.

Regulación

Los problemas de Evergrande, al borde de la quiebra acosado por una deuda colosal de más de US$ 300,000 millones y dificultades de pago de vencimientos, ocurren en un contexto difícil para las empresas chinas.

Varios grupos que cotizan en Estados Unidos son investigados por las autoridades chinas, inquietas por el tamaño y poder que tomaron gigantes como el sitio de comercio en línea Alibaba o Didi, el “Uber chino”.

En Wall Street, sus acciones fueron castigadas.

Pekín también decidió ajustar clavijas en la lucha contra la especulación inmobiliaria. Las empresas del sector deberán respetar “líneas rojas” financieras.

“Cuando el gobierno chino logró controlar la pandemia, hacia mediados del año pasado, su atención se volcó a controlar los riesgos económicos interiores”, explicó Kim Eng Tan, director de calificaciones soberanas en Asia-Pacífico para S&P Global.

“Inevitablemente estas medidas crean incertidumbre a corto plazo, incluso si su objetivo es reducir las incertidumbres a más largo plazo”, explica el experto. “El ambiente político relativamente opaco en China podría llevar a malentendidos sobre las intenciones del gobierno y su determinación de continuar con algunas medidas”, añadió.

Seguridad nacional

El control del Estado chino sobre las empresas nacionales es motivo de preocupación para inversores extranjeros, que advierten de riesgos políticos.

En una columna publicada en el Wall Street Journal a inicios de setiembre, el financista estadounidense de origen húngaro George Soros, criticó sin ambages la decisión del gestor de activos BlackRock de lanzar un fondo de inversiones para clientes chinos.

“Colocar hoy miles de millones de dólares en China es un error dramático”, dijo Soros. “Podría hacer perder dinero a los clientes de BlackRock y, sobre todo, pondrá en peligro los intereses de seguridad nacional de y otras democracias”, añadió.

Estas advertencias no disuadieron a Blackrock, que en algunos días reunió US$ 1,000 millones entre 110,000 profesionales chinos.

Varias sociedades de gestión de cartera, entre ellas el grupo francés Amundi o los bancos estadounidenses Goldman Sachs y JP Morgan, buscan reforzar su presencia en China.

Atractivo

A pesar de los problemas actuales y de una desaceleración del crecimiento, con un alza del PBI de 7.9% del PBI en el segundo trimestre (sobre igual período del 2020) el mercado chino sigue siendo atractivo.

“China se convirtió en uno de los países a los cuales los inversores estadounidenses están más expuestos y es un destino importante de inversiones a nivel mundial”, resalta Nicholas Borst, responsable de investigación sobre de la firma de inversiones Seafarer Capital Partners.

Este inmenso potencial lleva a los inversores a minimizar las dificultades de , al recordar que se trata de un problema sobre todo local y que existen otras fuentes de ganancias.

“Si nos concentramos únicamente en los riesgos, podemos olvidar las recompensas y numerosas oportunidades”, indicó Brendan Ahern, responsable de inversiones en KraneShares.

“Evergrande muestra sobre todo el riesgo de no tener un abordaje diversificado. Si reducimos la definición de China a Evergrande, por supuesto que será problemático”, concluyó.