La posibilidad de un ataque o un accidente nuclear durante el conflicto en Ucrania ha renovado el interés por las pastillas de yodo, eficaces para prevenir un cáncer de tiroides en caso de emisiones radioactivas.
¿Qué es el yodo (yoduro de potasio)?
La sal de yodo estable es un oligoelemento absolutamente necesario para la salud. Forma parte de las hormonas fabricadas por la glándula tiroidea, situada en la parte delantera del cuello, que es la que retiene el yodo inhalado o ingerido.
¿De qué sirve ingerir yodo en caso de accidente nuclear ?
Los comprimidos de yodo estable, es decir no radiactivo, protegen la glándula tiroidea contra una contaminación radiactiva.
Un accidente grave en una instalación nuclear puede conllevar un aumento en la atmósfera de yodos radiactivos. Inhalados o ingeridos a través de alimentos contaminados, esos radioelementos aumentan el riesgo de cáncer de tiroides.
El accidente del reactor nuclear de Chernóbil en 1986 causó una importante emisión de yodo 131 y de yodos radiactivos de corta duración. Las personas que vivían en las zonas contaminadas de Bielorrusia, Ucrania y la parte occidental de la Federación Rusa sufrieron un aumento de casos de cáncer de tiroides.
Para evitar que la glándula tiroide retenga el yodo radiactivo es necesario yodo estable. Si se satura la glándula tiroidea con ese yodo, los radiactivos son desechados rápidamente a través de la orina.
¿El yodo estable protege de cualquier peligro cuando sufres una exposición accidental a la radiactividad?
“El yodo protege un único órgano, la tiroides”, explica la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN) francesa.
La primera protección en caso de accidente nuclear es ponerse al abrigo, en un edificio sólido.
El medicamento no protege contra otros elementos radiactivos como el cesio 134 o 137.
Se debe también respetar los plazos de ingestión.
Los comprimidos de yoduro de potasio no constituyen una vacuna contra las radiaciones, ni pueden convertirse en un tratamiento permanente. Los comprimidos de yodo estable deben ser administrados idealmente una hora antes de la exposición a la radiactividad, o en las 6 a 12 horas posteriores a más tardar.
Su eficacia es fuerte si la ingestión se realiza en las dos horas previas a la aparición en la atmósfera de iodo radiactivo, del 50% si la ingestión de la pastilla se realiza 6 horas después del inicio de la contaminación.
Más tarde, más allá de 24 horas, los efectos secundarios son más graves que los beneficios.
Los comprimidos de yodo pueden ser ingeridos con un vaso de agua o disueltos en una bebida. Su uso se recomienda para las mujeres embarazadas, los bebés, los niños y jóvenes.
“No sirve de nada tomar comprimidos de yodo de forma preventiva: no solamente es inútil, sino que puede provocar efectos indeseables, o alergias”, explicó la ASN.
Un exceso de yodo puede provocar el disfuncionamiento de la glándula tiroides así como ciertos efectos secundarios cardiacos o renales. Los comprimidos tienen una validez de siete años.