Según el jefe de la Agencia Internacional de Energía, la restricción global en el suministro de energía que provocó escasez y un aumento de los precios de la energía y el combustible podría empeorar.
”El mundo nunca ha sido testigo de una crisis energética tan grande en términos de su profundidad y complejidad”, afirmó el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, el martes en un foro global de energía en Sídney. “Es posible que aún no hayamos visto lo peor: esto está afectando al mundo entero”.
Todo el sistema energético está en crisis tras la invasión a Ucrania en febrero por parte de Rusia, que en ese momento era el mayor exportador de petróleo y gas natural y un actor importante en productos básicos, dijo Birol.
Los precios altísimos están elevando el costo de llenar los tanques de gasolina, calefaccionar los hogares e impulsar la industria en todo el mundo, lo que se suma a las presiones inflacionarias y provoca violentas protestas desde África a Sri Lanka.
Al igual que la crisis del petróleo de la década de 1970, que provocó grandes avances en la eficiencia del combustible y un auge en la energía nuclear, el mundo podría observar una adopción más rápida de políticas gubernamentales que aceleren la transición hacia una energía más limpia, dijo Birol. Mientras tanto, la seguridad de los suministros de petróleo y gas seguirá siendo un desafío para Europa y también para otras regiones, dijo.
”Este invierno en Europa será muy, muy difícil”, dijo Birol. “Esta es una gran preocupación, y esto puede tener serias implicaciones para la economía global”.
Las consecuencias para el sector energético mundial a medida que Estados Unidos y sus aliados desafían al presidente Vladímir Putin por la guerra en Ucrania y buscan alternativas a las exportaciones rusas han destacado la necesidad de reducir la dependencia de los combustibles fósiles, dijo en el mismo foro la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm.
”Nuestras iniciativas hacia la energía limpia a nivel mundial podría ser el mejor plan de paz de todos”, dijo. “Queremos y necesitamos actuar para limpiar”.
Las naciones deben resguardarse en la transición hacia la energía limpia, desde la dependencia de un proveedor de energía dominante, Rusia, a otro, señaló Granholm.
”China domina gran parte de la tecnología y cadenas de suministro, y eso podría terminar haciéndonos vulnerables si no desarrollamos nuestras propias cadenas de suministro”, sostuvo.