Lecciones COVID reducirían US$ 4,600 millones en costo de resistencia a antibióticos

Ese es el mensaje de investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y de la Universidad de Utah que completaron uno de los estudios más amplios realizados sobre la carga económica de la resistencia a los antibióticos.

El estudio revisó los costos en el 2017 para las infecciones causadas por seis patógenos resistentes a múltiples medicamentos que se encuentran con mayor frecuencia en entornos de atención médica. Un informe del 2019 de los CDC indica que 2.8 millones de personas contraen una infección resistente a los antibióticos anualmente, y más de 35,000 mueren.

La respuesta temprana al COVID-19 convenció a los investigadores de que se necesitaba una infraestructura robusta y con buenos recursos para cambiar la dinámica.

“El COVID-19 ha resaltado algunas de las debilidades en nuestro sistema de atención médica en lo bien que podemos prevenir adquirir patógenos, ya sea el COVID-19 o un patógeno resistente a los antibióticos”, dijo John Jernigan, un director de los CDC y coautor del estudio.

Una lección principal de la pandemia, dijo, es la necesidad de impulsar la inversión en “control infeccioso, prevención y capacitación, así como vigilancia y apoyo a la salud pública”.

El informe también sigue un estudio del proyecto de resistencia a antibióticos para Pew Charitable Trusts que analizó el vínculo entre el COVID-19 y el uso indebido de antibióticos. Esa investigación, publicada esta semana, halló que más de la mitad de los pacientes hospitalizados con COVID recibieron antibióticos en las primeras 48 horas de hospitalización al comienzo de la enfermedad, aunque se necesitan al menos 48 horas para confirmar una infección.

Rachel Zetts, funcionaria de Pew Charitable Trusts, dijo que tener programas de administración de antibióticos, una iniciativa que rastrea y promueve el uso adecuado de antibióticos, puede ayudar a garantizar que los médicos accedan a datos en tiempo real para nuevos patógenos.

Los médicos están “tratando de brindar a los pacientes el mejor tratamiento posible”, dijo Zetts por teléfono. “Ver este aumento en el uso de antibióticos no es del todo inesperado debido a las preocupaciones sobre las infecciones bacterianas, así como a las dificultades para diferenciar desde el principio la neumonía por COVID de la neumonía bacteriana”.

También vimos el año pasado lo que sucede cuando hay que estirar los recursos durante una emergencia de salud pública. Durante el apogeo de la pandemia, vimos escasez en hospitales de máscaras, batas y EPP. Los recursos utilizados para los programas de administración de antibióticos se agotaron cuando el personal tuvo que gestionar la respuesta al COVID, dijo David Hyun, quien dirige el proyecto de resistencia a antibióticos de Pew.

“Todas estas cosas aumentan el riesgo de propagación de la resistencia a antibióticos”, dijo.