Rusia advirtió a Estados Unidos y a la OTAN de que “no esperará hasta siempre” una respuesta a sus exigencias de establecer unas garantías de seguridad legalmente vinculantes para evitar una mayor expansión de la Alianza Atlántica y el emplazamiento de armamento cerca de sus fronteras.
“Estamos esperando una respuesta por escrito de nuestros colegas. Creemos que ellos entienden la necesidad de hacerlo inmediatamente, y de hacerlo por escrito. No esperaremos hasta siempre”, señaló el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, en su rueda de prensa de comienzo de año.
El jefe de la diplomacia rusa sostuvo que “hay planes para empantanar” el proceso. “Digan lo que digan sobre la necesidad de hablar con sus aliados y la necesidad de involucrar a todos los miembros de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), son declaraciones vacías e intentos de retrasar una respuesta”.
“Somos conscientes de que las perspectivas de alcanzar un consenso dependen de Estados Unidos”.
Lavrov sostuvo que, cuando se creó el Consejo Rusia-OTAN, se negociaron acuerdos políticos sobre códigos de conducta y el comportamiento en el contexto de Fuerzas Armadas y sistemas de armas “nadie habló de consultas con la OSCE o la Unión Europea (UE)”.
“Queremos ver su respuesta por escrito, punto por punto, provisión por provisión. Queremos que nos digan esto nos encaja, esto no, si no por qué, si podemos enmendarlo, cambiar el lenguaje, añadir algo. Todo por escrito, por favor”, indicó.
El ministro ruso de Exteriores subrayó que espera una “respuesta madura” de Estados Unidos.
Lavrov no quiso entrar en elaborar la respuesta de Rusia en caso de que reciba una respuesta negativa, después de varios altos cargos, entre ellos el viceministro ruso y jefe negociador con Estados Unidos, Serguéi Riabkov, advirtiera de una respuesta militar por parte de Moscú si EEUU y la OTAN no reaccionan a la demanda rusa.
“Como ha dicho el presidente Putin, eso dependerá de lo que le recomienden los expertos militares”. “No voy a tratar de leer los posos del té” sobre lo que pueda ser la respuesta rusa, indicó.
“Si nuestras propuestas son rechazadas, si eso ocurre, evaluaremos la situación, informaremos al presidente. Durante su rueda de prensa anual (en diciembre) él dijo que en tal caso se tomarían en cuenta todos los factores, incluidos nuestros intereses de seguridad. No hay manera de predecir el futuro, algo que nuestros colegas occidentales intentan hacer. Creo que es contraproducente”, dijo.
Preguntado si Rusia fortalecerá su presencia militar fuera de sus fronteras en caso de que no sean atendidas sus demandas sobre garantías de seguridad, Lavrov respondió que Rusia tiene “amplios vínculos militares con nuestros socios y aliados y tenemos presencia en diversas regiones del mundo”.
“Este es un tema de relaciones bilaterales”, dijo Lavrov. Riabkov no descartó en una entrevista al canal de televisión ruso RTVI publicada ayer el despliegue de infraestructura militar en Cuba y Venezuela. “No quiero confirmar nada, ni descartar nada”, afirmó el “número dos” de la diplomacia rusa.
Lavrov acusó además a la OTAN de “intentos de expandirse artificialmente” al tratar de atraer no solo a Ucrania, sino también a países escandinavos que no son miembros de la Alianza Atlántica.
Sostuvo asimismo que Moscú espera un aumento de la presencia de la OTAN cerca de Rusia “en los próximos meses” utilizando el pretexto de las tensiones en torno a Ucrania como pretexto.
Estados Unidos y Ucrania acusan a Rusia de haber acumulado cerca de 100,000 soldados en la frontera ucraniana y de planear un ataque este mismo invierno, por lo que se preparan ya sanciones “sin precedentes” en caso de que Putin decidiera dar la orden.
“Uno puede esperar cualquier cosa de ellos. Pero puedo asegurar: estamos listos para cualquier desarrollo de eventos en la esfera económica”, enfatizó Lavrov.