El Foro Económico Mundial advirtió hoy sobre las consecuencias negativas que tendrían intentar afrontar la actual crisis energética con medidas cortoplacistas y que podrían terminar arruinando los esfuerzos en favor de una transición energética.
Solo esta última opción, basada en la aceleración de una economía baja en carbono, puede garantizar la seguridad y la sostenibilidad energética que se necesitan para que el mundo esté preparando ante potenciales nuevos shocks.
“Las medidas de corto plazo que nos hacen ir atrás, como aumentar la producción de electricidad usando carbón u ofreciendo subsidios amplios al consumo, ponen en riesgo la transición energética”, indicó la entidad, que ha difundido este análisis a pocos días de celebrar el Foro de Davos, su reunión anual más importante, entre el 16 y el 20 de enero.
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El Foro recuerda que la crisis ha puesto la cuestión de la seguridad energética en las agendas de los políticos y del sector privado, obligándolos a pensar en respuestas adaptadas a una verdadera transición.
Entre las acciones inmediatas que se proponen figura priorizar el abastecimiento de energía renovable y, en cambio, reducir el uso de la fósil.
La Agencia Internacional de la Energía ha recomendado que por cada dólar que se gasta en nueva producción de combustibles fósiles se deben invertir cinco en fuentes renovables.
Otro aspecto que se considera vital es la necesidad de reducir los escapes de metano -un potente gas de efecto invernadero (fenómeno causante del calentamiento global)- de la cadenas de suministro de hidrocarburos.
El metano que se encuentra bajo tierra se escapa a través de pozos, oleoductos o yacimientos, con fugas que pueden superar el 6 %, según los especialistas del Foro, que indican que en este caso se diluyen los beneficios para el clima del uso del gas natural frente a la combustión de carbón.
El consumidor final también es una pieza clave para avanzar en la transición energética, ya que -según el informe- el 10 % de hogares más privilegiados en el mundo consumen 20 veces más energía que el 10 % que se encuentra en la base.
En este caso, las campañas de información y sensibilidad pueden ayudar a tomar consciencia de esta disparidad y a cambiar hábitos.
Fuente: EFE