Las grandes metrópolis mundiales contra el cambio climático, reunidas en el grupo C40, demandaron una mayor inversión estatal en el transporte público, hasta los US$ 208,000 millones anuales (179,600 millones de euros), que permita duplicar el número de viajes para el 2030.
La red C40, junto con la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF, en inglés), demandaron en la jornada del Transporte en la COP26 un incremento sustancial de la inversión en el sistema público de transporte en los próximos años para la consecución del acuerdo de París.
Esta inversión, según estudiaron ambas partes, permitiría la reducción de 25% de las emisiones mundiales de CO2 a la atmósfera, y a la vez la creación de 4.6 millones puestos de trabajo, así como conectar “áreas que históricamente no han tenido la conexión necesaria con el centro de las ciudades”, explicó el secretario general de la ITF, Stephen Cotton.
“El transporte público es clave para que reduzcamos la emisión de carbono en la ciudad”, afirmó el concejal de Transporte de Río de Janeiro, Marcelo Calero.
El propósito es “que todas las áreas urbanas tengan un seguro, frecuente y accesible sistema de transporte dentro de un radio de 10 minutos andando desde sus casas”, dentro del grupo de más de mil ciudades que forman el C40, según un comunicado conjunto.
El objetivo es que “a los lugares lejanos el transporte público llegue con mayor calidad”, dijo el concejal brasileño, y que sea también accesible a “personas más vulnerables”, expresó el gerente del sistema público de transporte de la capital de Colombia, Bogotá, Felipe Ramírez.
Desde el sindicato ITF se entiende el sistema como un agente social clave ya que, según el secretario general Stephen Cotton, sin “acceso al transporte público, cómo puedes tener acceso a un mejor salario. Todo forma parte de una gran estrategia”.