La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, espera poder avanzar en la lucha contra el cambio climático tras la vuelta de Estados Unidos al Acuerdo de París sobre el clima.
En una conferencia virtual sobre Innovación, organizada por el Banco de Pagos Internacionales (BPI), Lagarde dijo que “ahora que Estados Unidos ha vuelto al juego podemos avanzar” en la estandarización de la información que deben dar las empresas sobre sus emisiones y sobre los impuestos al carbono.
El efecto de la vuelta de Estados Unidos, la primera y mayor economía del mundo, al Acuerdo de París “ha sido fenomenal”, dijo Lagarde.
“Hemos visto en pocos días al Tesoro estadounidense cambiar su posición sobre muchos asuntos y también a la Reserva Federal (Fed)” porque la primera economía del mundo vuelve a un objetivo común, que es la lucha contra el cambio climático, añadió.
Lagarde destacó que la nueva Secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, ha dicho que el cambio climático es un asunto que van a afrontar.
La presidenta del BCE consideró también que actualmente existe mucha incertidumbre sobre las informaciones que deben proporcionar las empresas sobre sus emisiones, su validez y autenticidad.
También reiteró que afrontar el cambio climático no es “la principal responsabilidad de los bancos centrales”, pero es un asunto que no se puede ignorar.
Por ello el BCE analiza en la revisión de su estrategia de política monetaria el impacto del cambio climático en la estabilidad de precios, según Lagarde.
También consideró que la pandemia de coronavirus “ha creado la sensación de urgencia” para avanzar en la innovación y para ello dijo que es necesario “incluir, informar e invertir”.
También dio algunos ejemplos de cómo en Europa se ha innovado, a través de la movilidad urbana inteligente, el uso de la tecnología en la agricultura y la reducción de la emisión de energía de los edificios, algo que “va a cambiar los modelos de negocio de las empresas”.
El avance en la innovación en nuevas tecnologías y en renovables también es necesario para poder abandonar más deprisa los combustibles de fuentes fósiles, pero también es necesario plantearse qué ocurre con los paneles solares después de sus 20 años de vida o con las baterías de los eléctricos, a los diez años.
Lagarde dijo el miércoles en otra conferencia sobre el cambio climático que “el precio del carbono es demasiado barato” y que “debería incluir su coste social y medioambiental”.
El BCE va a realizar la primera prueba de resistencia climática del conjunto de la economía para comprobar la resistencia de las empresas y los bancos a futuras condiciones climáticas.