Condiciones secas durante los próximos meses en Argentina debido a una reedición del fenómeno climático La Niña amenazan la nueva campaña 2021-2022 de soja y maíz del país, luego de haber sufrido los efectos del evento en la temporada previa, dijeron analistas.
Argentina es el principal exportador mundial de aceite y harina de soja, y el tercero de maíz. Sin embargo, es muy probable que los campos argentinos vuelvan a sufrir de escasez de lluvias debido a los efectos que produce en el país el fenómeno meteorológico por segundo año seguido.
“Es un semestre duro el que viene”, señaló Germán Heinzenknecht, meteorólogo de la Consultora de Climatología Aplicada (CAA), que se mostró de acuerdo con lo que en el ámbito científico prácticamente se da como un hecho: el regreso de La Niña entre setiembre y febrero.
Septiembre es el mes en que en Argentina comienza la siembra del maíz, mientras que la soja entra a la tierra en octubre, por lo que necesitan adecuados niveles de humedad.
Pero a la amenazante falta de lluvias se le suma un invierno austral particularmente seco en importantes zonas agrícolas. “El patrón pluvial no se corregirá, a lo sumo puede llegar a ser normal en forma sectorizada”, señaló Heinzenknecht.
A su vez, la nueva campaña agrícola del principal exportador mundial de aceite y harina de soja, y el tercero de maíz, arrastraría como antecedente una edición de La Niña en la temporada 2020-2021, lo que la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) describió como una potente señal de posibles fuertes pérdidas.
“En los últimos 35 años, hubo 3 campañas con Niñas consecutivas: fueron 3 de las peores campañas de soja y maíz de Argentina”, advirtió la entidad.
Por el momento la BCR ha estimado las cosechas de soja y maíz 2021-2022 en 49 millones y 55 millones de toneladas.
Sin embargo, de acuerdo a datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BdeC), en la campaña 2017-2018, cuando una sequía producida por La Niña -antecedida por el mismo evento climático en el ciclo anterior-, la producción de soja fue de 35.5 millones de toneladas y la de maíz de 34 millones de toneladas.
La Niña, que consiste en una aceleración de los vientos ecuatoriales (alisios) que provoca un enfriamiento del Pacífico en el Ecuador, se manifiesta en Argentina con una disminución de entre 20% y 30% de los niveles habituales de precipitación en las regiones agrícolas, explicó la BCR en un reporte.
Por otro lado, el evento duraría entre diciembre y febrero, los meses más cálidos en el país sudamericano, como también un período clave para el desarrollo y establecimiento de rendimientos de los dos principales cultivos argentinos.
Temor entre agricultores
“Lo estamos viendo con preocupación”, informó Lisandro Perrotta, secretario de la Sociedad Rural de Pergamino, una tradicional localidad agrícola ubicada en el norte de la provincia de Buenos Aires.
“De los campos en la zona ya no queda ninguno con napas, y necesitas entre 300 y 400 milímetros de lluvias en dos meses (para recuperarla), lo que es imposible”, explicó Perrotta. “Estamos pensando en un 2008”, agregó.
La campaña agrícola argentina 2008-2009 fue castigada por una de las peores sequías en décadas, alcanzando una cosecha de soja de 32 millones de toneladas y de maíz de 16.2 millones de toneladas.
En tanto, la presencia de una nueva La Niña desalienta las perspectivas de un mejoramiento en el nivel del río Paraná en Argentina, la vía de salida de cerca del 80% de las exportaciones agrícolas del país que actualmente está en torno de su nivel más bajo de los últimos 77 años.
De llegar a haber lluvias normales en algunas partes de Argentina “no sirve para corregir el caudal de los ríos, lo cual es de una gravedad extrema, por la logística”, comentó Heinzenknecht.
La altura del Paraná en Argentina está siendo afectada por una sequía en Brasil que según dijo a Reuters un especialista sucede una vez cada 100 años, añadiendo que se extendería al año próximo. Por esta dramática bajante, barcos están teniendo que cargar un 25% de mercadería en el polo agroportuario de Rosario.