Los casos de demencia, un síndrome caracterizado principalmente por una degradación de la memoria y del raciocinio, están en aumento en el mundo y, sin embargo, sólo una pequeña minoría de países dispone de un plan de lucha, advirtió la OMS.
Según un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la demencia, cuya causa más común es la enfermedad de Alzheimer, afecta a más de 55 millones de personas en todo el mundo.
Se prevé que esta cifra aumente a 78 millones en 2030 y a 139 millones en 2050 debido al envejecimiento de la población.
La demencia, síndrome en el que se observa una degradación de la capacidad de realizar las actividades cotidianas, afecta aproximadamente al 90% de los mayores de 65 años.
Sin embargo, no es una consecuencia inevitable del envejecimiento.
Si bien no existe tratamiento, los estudios han demostrado que un 40% de los casos podrían evitarse o retrasarse haciendo ejercicio regularmente, no fumando, evitando el consumo excesivo de alcohol, comiendo sano y controlando el peso y los niveles de presión arterial, colesterol y glucosa en sangre.
Otros factores de riesgo son la depresión, el bajo nivel de escolaridad, el aislamiento social y la inactividad cognitiva.
Sin embargo, el informe revela que sólo una cuarta parte (26%) de los Estados miembros de la OMS cuentan con un plan de lucha contra la demencia, la mitad de ellos en Europa, explicó en una conferencia de prensa la doctora Katrin Seeher, del departamento de Salud Mental y Consumo de Sustancias Psicoactivas de la OMS.
Además, indicó que muchos de esos planes estaban a punto de expirar o habían finalizado.
“Necesitamos que los gobiernos presten más atención a la elaboración de políticas de lucha contra la demencia”, señaló Seeher.
Sin embargo, la experta reconoció que era necesario “ser realistas y ver que la demencia compite con muchos otros problemas de salud pública”, en particular en los países en desarrollo.
Asimismo, la OMS alienta a los países desfavorecidos a integrar la problemática de la demencia en las políticas de salud pública relativas a las enfermedades no transmisibles o en las estrategias en materia de política de vejez.
Casi el 60% de las personas con demencia viven en países de ingresos bajos y medios.
Según el informe, los costos globales de la demencia se estimaron en US$ 1.3 billones en el 2019. Se espera que esta cifra aumente a 2.8 billones en el 2030.