Los kenianos gozan este lunes de un día festivo nacional declarado para plantar árboles por el Gobierno del país, que ha animado a cada ciudadano a plantar al menos dos para alcanzar un total de 100 millones en todo su territorio.
“Los recursos naturales, particularmente los bosques, desempeñan un papel crucial en el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas, la mejora de la biodiversidad y el mantenimiento de los medios de vida de las personas y las comunidades en nuestro país”, dijo hoy a través de la red social X (antes Twitter) el presidente keniano, William Ruto.
El mandatario inauguró la jornada de plantación en el condado de Makueni (sur), mientras los diferentes ministros kenianos fueron enviados a otras regiones para encabezar allí el ejercicio.
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El día, declarado como festivo nacional la pasada semana por el ministro del Interior, Kithure Kindiki, se enmarca en el plan del Ejecutivo keniano para plantar 15.000 millones de árboles para 2032.
“Deberíamos asumir el cultivo de árboles como un deber nacional, dada la importancia de los árboles para mejorar los medios de vida e impulsar nuestra resiliencia frente al cambio climático”, declaró el pasado martes la ministra de Medio Ambiente, Soipan Tuya.
Con motivo de esta jornada, el Gobierno keniano ha puesto a disposición de la población de manera gratuita plántulas (primeros estadios de desarrollo de una planta), aunque también animó a los kenianos a comprarlas en negocios privados para apoyarlos.
“Me gustaría instar a mis conciudadanos a que, siguiendo el auténtico espíritu keniano, compremos una o dos plántulas en estos viveros comunitarios y las plantemos en nuestras tierras”, comentó Tuya.
Para contar los árboles plantados hoy, las autoridades pidieron a los kenianos que registren la actividad en una aplicación que permite especificar detalles como el lugar y la especie, además de recomendar los árboles adecuados según la zona escogida.
La jornada fue recibida con escepticismo por parte de ecologistas, ya que llegó después de la decisión el pasado mes de julio de Ruto para retirar la prohibición impuesta desde 2018 sobre la tala de bosques públicos y comunitarios en el país.
“Destrozar el bosque con una mano y plantar árboles con la otra no es la solución, sino una distracción”, lamentó en un comunicado Tracy Makheti, activista para la protección de los bosques de la ONG en África.
Así, Greenpeace subrayó que el nivel de dióxido de carbono que los árboles jóvenes pueden absorber es menor que el almacenado por bosques naturales y antiguos.
“Aunque animamos a todos los kenianos a participar en el ejercicio de plantación de árboles (...), urgimos a las autoridades a compartir sus planes de reforestación para garantizar que se llevan a cabo con igualdad y se adhieren a estándares científicos”, aseveró Makheti.
A mediados de octubre, un tribunal keniano frenó la retirada de la prohibición, al declararla “inconstitucional, nula y sin valor” porque careció de “participación pública”.
Mientras activistas han advertido sobre las consecuencias devastadoras que puede tener esa medida para el medioambiente, medios locales han reportado cómo las comunidades dependientes del sector, sobre todo en el centro del país, se han visto muy perjudicadas por la norma durante los últimos años.
Kenia impuso en febrero de 2018 una prohibición temporal de la tala de árboles para frenar la destrucción de los bosques, que juegan un importante rol en la conservación y filtración del agua, cuando el país atravesaba una grave sequía.
Según el último informe oficial publicado el pasado año, Kenia ha experimentado una recuperación de su cobertura arbórea hasta superar el 12%, mientras la cobertura forestal se sitúa en un 8.8%.
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