Kazajistán, la mayor república de Asia Central y el principal productor de grano de la región, ha decidido prolongar las cuotas impuestas a las exportaciones de cereales en un intento de blindar el mercado nacional y el de sus vecinos, a los que destina gran parte sus suministros.
“Kazajistán planea extender las cuotas a las exportaciones de grano y harina del 15 de junio hasta el 1 de setiembre”, dijo el ministro de Agricultura, Yerbol Karashukeev.
Así, el país centroasiático exportará solo un millón de toneladas de trigo.
Actualmente, el coste de una tonelada de trigo en Kazajistán es de unos US$ 400, mientras que el año pasado estaba a US$ 215 por tonelada.
Para finales del año, el precio por tonelada puede oscilar entre los US$ 300 y US$ 480, dijo Víktor Aslanov, jefe de la oficina de investigación “Cereales y Aceites de Kazajistán”.
El experto señala que este año Kazajistán, que llegó a estar entre los tres principales productores de cereales de la URSS, junto a Rusia y Ucrania, espera cosechar aproximadamente 13 millones de toneladas de trigo.
Según Yevgueni Karabánov, analista de la “Unión del Grano de Kazajistán”, varios factores influyeron en el aumento de los precios de trigo este año.
En primer lugar, la subida se debe a la estrecha vinculación entre las monedas de Kazajistán y Rusia, que interactúan activamente en el marco de la Unión Económica Euroasiática, formada por seis economías del espacio postsoviético.
Los precios también comenzaron a crecer debido al aumento del coste de las piezas de repuesto de la maquinaria agrícola, cuyos suministros quedaron afectadas por las sanciones contra Rusia y la modificación de las cadenas logísticas.
Finalmente, el incremento del coste del trigo se debió a la carestía de las semillas, lo que, por su parte, fue provocado por una sequía en el 2021.
Aun así, Kazajistán mantiene su posición como el mayor productor de trigo en Asia Central, debido principalmente a sus vastas tierras de cultivo y el clima continental, lo que contribuye a la formación de alto contenido de gluten, de más de 40%.
“Los mercados de exportación tradicionales para el grano kazajo son los países vecinos: Uzbekistán, Tayikistán, Turkmenistán y Kirguistán, además de Afganistán”, dice Aslánov.
Este año, además “renovó su interés” en el trigo kazajo Irán, agregó.
En total, cerca del 85% de las exportaciones kazajas recaen en países de Asia Central, mientras un 15% se reparte entre Azerbaiyán, Georgia e Irán.
También Turquía y algunos países europeos llegaron a comprar en el pasado cantidades limitadas de grano orgánico kazajo para utilizarlo como mejorador de harina.
Por su parte Karabánov, recuerda que después del 2008, el mayor país de Asia Central “quedó fuera” del mercado global del grano no solo por la sequía y la consiguiente caída de la cosecha, sino también por el creciente “mercado regional” que consume toda la producción kazaja.
En la última década la población del vecino Uzbekistán creció en un 20%, y la de Tayikistán y Afganistán, en un 30%, explica el experto.
Con todo, los expertos coinciden en que el trigo kazajo no es una alternativa al ucraniano, puesto que la república centroasiática tiene una producción mucho menor que la de Ucrania, que va dirigida principalmente a sus vecinos.
Además, si el grano kazajo llega a los compradores en Europa, “valdrá literalmente su peso en oro”, lo que no es rentable para ninguna de las partes, remarca Karabánov, quien opina que Asia Central y Afganistán seguirán siendo los mercados prioritarios para Kazajistán.