Para la fiscal Céline Ducournau, el “fraude” tenía como objetivo emplear a sus repartidores de forma “barata”.
Para la fiscal Céline Ducournau, el “fraude” tenía como objetivo emplear a sus repartidores de forma “barata”.

Un tribunal de multó este martes a la empresa por “trabajo irregular” en el primer proceso en Francia sobre el verdadero estatuto laboral de sus repartidores, un asunto que representa un quebradero de cabeza a nivel mundial.

La justicia impuso la máxima multa posible --375,000 euros (US$ 405,000)-- a la empresa Deliveroo France y condenó a un año de prisión con suspensión de pena a dos de sus exdirigentes en este país europeo.

Defender que se trata de trabajadores por cuenta propia “no corresponde a la realidad del ejercicio profesional de los repartidores”, dijo la presidenta del tribunal, para quien se constató “el delito de trabajo irregular”.

Antes que Francia, varios países, ya sea a través de la justicia o de leyes, ya cuestionaron el controvertido estatuto de trabajador independiente de los conductores de Uber o de los repartidores de Deliveroo.

En el Reino Unido, el gigante estadounidense Uber concedió a 70,000 conductores un estatuto híbrido de “trabajadores asalariados” que les da un salario mínimo, vacaciones pagadas y el acceso a un fondo de pensiones.

Deliveroo anunció por su parte su intención de abandonar España por una ley aprobada en el 2021 que obliga al grupo británico especializado en el reparto de comida a domicilio a contratar a los repartidores.

Varias iniciativas parlamentarias empezaron a tramitarse en América Latina para regular la actividad de estas plataformas, con el objetivo de mejorar las condiciones laborales de sus empleados, como en Chile, Argentina, Brasil o Colombia.

“Histórico”

“Es una fuerte sentencia porque el tribunal impuso el máximo de las penas requeridas”, dijo Fabrice Angei, del sindicato CGT. “Es la primera condena contra Deliveroo por trabajo irregular. Es histórico”, agregó.

El tribunal aplicó las demandas de la fiscalía que, en el juicio celebrado en marzo, estimó que Deliveroo realizó una “ocultación sistémica” de los trabajos de los repartidores para presentarlos como autónomos y no como asalariados.

El “fraude” tenía como único objetivo emplear a sus repartidores de forma “barata”, independientemente de si están “satisfechos” o “se sienten libres” con ese estatuto, dijo entonces la fiscal Céline Ducournau.

“Un falso trabajador por cuenta propia, sujeto a una relación jurídica de subordinación y en situación de dependencia económica, no podrá hacer valer sus derechos sociales en las mismas condiciones que un trabajador declarado”, subraya el veredicto.

Un portavoz de Deliveroo indicó que la plataforma “se planteaba” recurrir la decisión. “Nuestro modelo ofrece a los repartidores la flexibilidad que necesitan y que nos dicen que aprecian”, defendió Damien Steffan.

Durante el juicio, una decena de repartidores explicaron que las promesas de “libertad” y de “flexibilidad” les atrajeron en un primer momento, pero que descubrieron la “guerra” para contar con los mejores horarios, así como la “presión”, la “vigilancia” y las reprimendas de la empresa.

Además de los dos dirigentes entre el 2015 y 2017 condenados por “trabajo irregular”, un tercero fue declarado culpable por complicidad y condenado a cuatro meses de prisión condicional y 10,000 euros (10,800) de multa.

La empresa deberá además publicar la decisión, especialmente en sus locales, durante un mes, pagar indemnizaciones por daños y perjuicios a antiguos repartidores que se constituyeron como parte civil y 50,000 euros (US$ 54,000) a cinco sindicatos, respectivamente, con el mismo concepto.

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