La retirada estadounidense de Afganistán era “probablemente la buena decisión” pero esta no se puso en práctica adecuadamente, consideró este miércoles el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Yair Lapid.
Israel, un importante aliado de Estados Unidos, no había comentado hasta ahora, de forma oficial, la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, donde los talibanes retomaron el poder a mediados de agosto.
La operación “no se hizo como debiera”, declaró el jefe de la diplomacia israelí durante un encuentro con la prensa extranjera en Jerusalén. “Era probablemente la buena decisión pero no fue ejecutada correctamente”.
El presidente estadounidense, Joe Biden, reafirmó el martes su decisión de poner fin a la intervención de Estados Unidos en Afganistán, pese a las duras críticas suscitadas por las operaciones de evacuación, caóticas y marcadas por un atentado que mató a más de cien personas --incluyendo trece militares estadounidenses-- cerca del aeropuerto de Kabul.
Los talibanes, por su parte, festejaron el martes su victoria después de que los últimos soldados estadounidenses abandonaran el país por la noche.
Según Lapid, resulta difícil “entender bien las repercusiones de esta decisión”, sobre todo en los países vecinos como Pakistán, pero también en Irán, enemigo número uno de Israel, que ha pasado a tener una “gran frontera con un país sunita extremista gobernado por una organización sunita extremista”.
Además, el ministro apuntó que la retirada estadounidense no significa en modo alguno que Washington pierda interés en la región.
“No creo que Estados Unidos se retire de Oriente Medio y esto formó parte, además, de las discusiones que el primer ministro [israelí] tuvo recientemente en Washington”, declaró Lapid, en alusión a la reunión que mantuvo el jefe de gobierno israelí, Naftali Bennett, con Biden en la Casa Blanca el 27 de agosto.