América Latina aún no ha regresado a las cifras de inversión del 2019, el último año antes de la crisis sanitaria, algo que sí se ha logrado a nivel global y en regiones como Norteamérica, Asia o África. Foto: Diana Rey Melo / Forbes Colombia
América Latina aún no ha regresado a las cifras de inversión del 2019, el último año antes de la crisis sanitaria, algo que sí se ha logrado a nivel global y en regiones como Norteamérica, Asia o África. Foto: Diana Rey Melo / Forbes Colombia

La inversión foránea directa en Latinoamérica y el Caribe ascendió 56% interanual hasta los US$ 134,000 millones, destacó el nuevo informe sobre flujos financieros al exterior de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad).

La subida fue ligeramente inferior a la media global, del 63%, que se explica en parte por las bajas cifras del 2020, el primer año de pandemia.

América Latina aún no ha regresado a las cifras de inversión del 2019, el último año antes de la crisis sanitaria, algo que sí se ha logrado a nivel global y en regiones como Norteamérica, Asia o África

El principal receptor de inversiones en la región latinoamericana fue Brasil, con US$ 50,000 millones, una subida interanual de 77%, seguido de México, con US$ 31,000 millones (13% más), Chile (US$ 12,000 millones, 31% más) y Colombia (US$ 9,400 millones, 26% más).

Brasil y México se situaron en el sexto y décimo lugar, respectivamente, en la lista de mayores receptoras mundiales de inversión el pasado año, por encima de grandes economías como Alemania, Reino Unido, Australia o Japón.

UNCTAD vaticina que las positivas cifras en Latinoamérica y otras regiones podrían no continuar en el 2022, debido a la incertidumbre generada por la guerra en Ucrania, que hace temer un nuevo ciclo de contracción inversora.

En Europa la inversión extranjera directa creció en el 2021 un 170% interanual hasta los US$ 219,000 millones, mientras que en Norteamérica subió un 145% (US$ 427,000 millones).

Asia fue por tercer año consecutivo el principal destino de las inversiones foráneas, que ascendieron a un máximo histórico de US$ 619,000 millones (19% más que en el año anterior), mientras que en África la subida fue de 112% (US$ 83,000 millones).