
La Bolsa de Nueva York cerró al alza el miércoles, justo antes de la publicación de los esperados resultados del gigante de los chips Nvidia, en medio de preocupación por la alta valoración de las empresas de inteligencia artificial.
El Dow Jones subió un 0.10%, el tecnológico Nasdaq un 0.59% y el S&P 500 un 0.38%.
Tras el cierre, Nvidia publicó una ganancia neta superior a las expectativas para el tercer trimestre, 65% por encima de los resultados de igual período del año pasado a US$ 31,900 millones.
El fabricante de chips estadounidense Nvidia reportó este miércoles un beneficio de US$ 31,910 millones en el tercer trimestre de su ejercicio fiscal, un 65% más interanual, impulsada por su negocio de centros de datos.
La empresa líder en inteligencia artificial (IA), que publicó sus resultados al cierre de la bolsa, registró una facturación trimestral de US$ 57,006 millones, un 62% más, en los que el motor fueron los centros de datos (51,215 millones).
Las acciones del grupo subían cerca de un 3% en las operaciones electrónicas posteriores al cierre.
José Torres, de Interactive Brokers, señaló una “falta de convicción” durante toda la jornada, que “se tradujo en fuertes fluctuaciones”.
Nvidia, la empresa con la mayor capitalización bursátil del mundo, ha sido la locomotora de las inversiones para el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) gracias a sus sofisticadas tarjetas gráficas.
Desde principios de año, su valoración ha aumentado más de un 30%, hasta unos US$ 4.5 billones.
La empresa representa entre el 7% y el 8% del índice de referencia S&P 500. Cualquier movimiento en su acción es, por tanto, relevante para el conjunto de Wall Street.
“Hasta ahora, la temporada de resultados ha sido fabulosa para las empresas líderes” del sector tecnológico estadounidense, sostuvo Mark Malek, de Siebert Financial. Pero “a pesar de los anuncios optimistas hasta la fecha, estos gigantes tecnológicos de IA han estado sometidos a una presión considerable”, añadió.
En los últimos días el mercado estadounidense ha estado afectado por temores sobre los niveles de valoración de las empresas de IA y las posibilidades de retorno de inversión de los gigantescos planes de gasto para desarrollar esta tecnología.








