Las principales firmas de Wall Street advirtieron que el empeoramiento de las perspectivas fiscales de Brasil está presionando a los banqueros centrales para que aceleren su ritmo de ajuste y eleven las tasas de interés más de lo esperado la próxima semana.
JPMorgan Chase & Co., Goldman Sachs Group Inc, Credit Suisse Group AG y Morgan Stanley elevaron sus pronósticos para las tasas de interés y prevén que Roberto Campos Neto aumente la tasa de referencia Selic en al menos 125 puntos básicos el miércoles hasta 7.5%. Por su parte, analistas en UBS BB y Barclays Plc esperan un alza de 150 puntos básicos.
Los bancos aseguran que se necesitarán tasas más altas para compensar la presión inflacionaria creada por la promesa del presidente Jair Bolsonaro de impulsar las transferencias de efectivo a los pobres, a pesar de las advertencias de que el Gobierno no puede permitírselo. Para pagar la nueva ayuda, Brasil tendrá que buscar un cambio a una regla de límite de gasto que es vista por inversionistas como una de las últimas anclas de estabilidad fiscal para la nación en desarrollo.
Los inversionistas “alcanzaron un punto de inflexión”, escribió el analista Alberto Ramos de Goldman Sachs. Los esfuerzos del Gobierno para impulsar las transferencias de efectivo están erosionando un ancla de gasto clave, señaló.
El ministro de economía Paulo Guedes, quien perdió a cuatro miembros de su equipo en medio de desacuerdos sobre el gasto adicional, defendió la ayuda el viernes y dijo que el marco fiscal de Brasil no ha cambiado. También indicó que el banco central, que obtuvo la autonomía formal a principios de este año, no puede quedarse atrás.
“Si todo está aumentando, entonces la atención debe estar en el banco central”, dijo el viernes en una conferencia de prensa con Bolsonaro.
La autoridad monetaria de Brasil ha estado entre las más agresivas del mundo, elevando desde marzo las tasas en 425 puntos básicos hasta 6.25%.
La inflación se ha disparado por encima del objetivo durante meses en la mayor economía de América Latina, impulsada por el aumento de los precios de los alimentos y los combustibles. La inflación de los precios al consumidor alcanzó 10.25% en septiembre. El banco central tiene como objetivo la inflación en 3.75% este año y 3.5% el próximo.
“Si en las próximas 72 horas el Gobierno y el congreso no se comprometen a contener las transferencias de efectivo adicionales en alrededor de 30,000 millones de reales el próximo año, el Copom podría iniciar un ciclo de ajuste más agresivo con un alza de al menos 150 puntos básicos”. escribió en una nota de investigación Cassiana Fernández, economista jefe de JPMorgan para Brasil. De lo contrario, corren el riesgo de perder el control sobre las expectativas inflacionarias a medida que la moneda se deprecia, agregó.