Agricultura. (Foto: iStock)
Agricultura. (Foto: iStock)

Conectar y es el objetivo del programa LIFE Olivares Vivos, un modelo de olivocultura que ayuda a aumentar la flora y la fauna y resulta económicamente rentable en términos de productividad y ahorro de fertilizantes en .

Según han explicado sus responsables, se trata del mayor estudio realizado a nivel mundial sobre la biodiversidad del olivar que ha coordinado la organización SEO/BirdLife y en el que han colaborado investigadores de la Universidad de Jaén y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), socios ambos de este proyecto LIFE.

El proyecto ha medido la biodiversidad en 40 olivares andaluces en la temporada 2016-2017 y los ha revisado tres años después de aplicar los esquemas agroambientales en 20 de ellos.

En total se han recopilado 339,288 registros de flora y fauna y se ha constatado la existencia de entre 7 y 12 nuevas especies de aves, hormigas, abejas y plantas y que su abundancia ha aumentado un 40%, además de comprobarse que a medio plazo se podrían recuperar hasta un 35% adicional de flora y fauna silvestre.

Con ello, aseguran, se ha pretendido “traer la naturaleza de vuelta a las tierras agrícolas”, uno de los principales objetivos de la Estrategia de Biodiversidad para el 2030 que además permite integrar la filosofía

“De la Granja a la Mesa”, conectando productores y consumidores, adaptarse al cambio climático reduciendo las emisiones de carbono, proteger a los polinizadores y reducir los productos agroquímicos.

En un estudio previo se analizaron 40 olivares seleccionados por el programa LIFE Olivares Vivos y se constató que, pese a haber perdido buena parte de su biodiversidad en las últimas décadas, aún albergaban una notable diversidad de flora y fauna ya que se encontraron 180 especies de aves, 60 de hormigas, 200 de abejas silvestres y más de 750 especies de plantas, entre ellas, una nueva para la ciencia, la ‘Linaria qartobensis’.

Una vez determinada esta biodiversidad, se pusieron en marcha planes en cada finca seleccionada como el mantenimiento de las cubiertas herbáceas, la restauración de zonas improductivas, plantación de especies autóctonas e instalación de infraestructura para la nidificación y el refugio para la fauna, tareas en las que participaron olivareros, voluntarios y profesionales coordinados por SEO/BirdLife.

Tres años después de constató que la flora y la fauna habían aumentado un 30% respecto al estudio inicial y se comprobó que la recuperación había afectado a todos los grupos, excepto a las hormigas.

De este modo, y según los responsables del proyecto, las actuaciones permitieron localizar 3 especies más de aves por olivar (algo más de un 5% de incremento); las abejas silvestres se incrementaron en una media de 25 especies (el 16% más) y en cuanto a la flora, se detectaron un total de 58 especies no registradas previamente (el 14% más) mientras las plantas leñosas se incrementaron en 21 especies de media por olivar (un 154%).

Los expertos calculan que a medio plazo todavía podrían recuperarse “un 25% adicional de la flora y fauna silvestre” y destacan que su rentabilidad permite conservar y mejorar la fertilidad del suelo, controlar de forma natural plagas y enfermedades y reducir el uso de agroquímicos.

Para Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Olivares Vivos “ha permitido demostrar que es posible compatibilizar la conservación de la biodiversidad y la rentabilidad del olivar” pues, según ha destacado, en los últimos años los campos españoles han perdido el 20% de su riqueza ornitológica y eso demuestra la necesidad de frenar ese empobrecimiento y, a su vez, potenciar la Marca España.

José Eugenio Gutiérrez, delegado de SEO/BirdLife en Andalucía y coordinador del proyecto, ha subrayado que los aceites producidos en estos olivares llevarán a partir del próximo verano el sello Olivares Vivos para reflejar que además de aportar beneficios para la salud, contribuyen a la conservación de la biodiversidad y ha informado de que ya hay 600 olivicultores interesados en esa marca.

La conversión a Olivares Vivos proporciona a los agricultores “la sensación de haber mejorado la forma de cultivar la tierra y el valor añadido de la biodiversidad, que está permitiendo incrementar el precio de la aceituna a través del aumento de la demanda de los AOVE (aceites de oliva virgen extra) obtenidos de nuestro olivar”, ha aseverado por su parte la olivarera Marifé Bruque.