Un ataque ruso contra la histórica ciudad de Chernigiv, en el norte de Ucrania, mató a 14 personas e hirió a decenas más el 17 de abril de 2024, mientras Kiev suplicaba a sus aliados que reforzaran sus sobrecargados sistemas de defensa aérea (Foto de Genya SAVILOV / AFP)
Un ataque ruso contra la histórica ciudad de Chernigiv, en el norte de Ucrania, mató a 14 personas e hirió a decenas más el 17 de abril de 2024, mientras Kiev suplicaba a sus aliados que reforzaran sus sobrecargados sistemas de defensa aérea (Foto de Genya SAVILOV / AFP)

La guerra en Ucrania dio innumerables e inesperados vuelcos desde la invasión rusa en febrero de 2022 hasta la adopción de un enorme plan estadounidense de ayuda para Kiev.

Ucrania comunicó a finales de febrero un saldo de 31,000 soldados muertos en el conflicto. Rusia, por su parte, no divulga datos sobre sus bajas.

Invasión

El 24 de febrero, el presidente ruso, Vladimir Putin, anuncia una “operación militar” en Ucrania para defender a las “repúblicas” separatistas prorrusas, cuyas independencias había reconocido tres días antes.

Putin exige que Crimea, anexada por Rusia en 2014, sea reconocida por Ucrania como territorio ruso. También reclama la “desnazificación” del gobierno ucraniano, que Ucrania tenga un “estatus neutral” y garantías de que nunca entrará en la OTAN.

La Unión Europea (UE) informa que financiará la compra y entrega de armas a Ucrania. Estados Unidos anuncia miles de millones de dólares de ayuda militar. Occidente comienza a aplicar sanciones económicas contra Rusia.

El 28 de febrero se celebran las primeras negociaciones entre Rusia y Ucrania.

Pero el 3 de marzo, los rusos se apoderan de una gran ciudad, Jersón (sur), en una zona clave para la agricultura ucraniana y estratégica porque limita con Crimea.

Resistencia en Kiev y horror en Bucha

El ejército ruso trata de rodear Kiev, la capital, pero topa con una feroz resistencia.

El 2 de abril, Ucrania anuncia que recuperó el control de la región. Moscú centra entonces su ofensiva en el sur y en la cuenca de Donbás, bajo control parcial de los separatistas prorrusos desde 2014.

Tras la retirada de los rusos, se descubren decenas de cadáveres de civiles en Bucha y otras localidades cercanas a Kiev. La Corte Penal Internacional (CPI) abre una investigación.

Conquista de Mariúpol

Desde el inicio de la ofensiva, el ejército ruso asedió Mariúpol (sureste), un puerto estratégico a orillas del mar de Azov que permite la conexión de Crimea con las zonas separatistas de Donbás.

Unos 2,500 combatientes ucranianos, atrincherados en la acería Azovstal junto a un millar de civiles, resistieron hasta mediados de mayo.

Contraofensiva en el sur

En agosto, las fuerzas ucranianas lanzan una contraofensiva para recuperar el control de Jersón y su región.

Según Kiev, decenas de aldeas fueron recuperadas, la infraestructura y los puentes estratégicos sobre el Dniéper destruidos, desorganizando el abastecimiento de los rusos.

A principios de setiembre, Kiev lanzó un ataque sorpresa en la región de Járkov (este).

El 11, Kiev reivindica la reconquista de ciudades estratégicas como Kupiansk e Izium.

Movilización parcial y anexiones

El 21 de setiembre, Putin anuncia una “movilización parcial” (300,000 reservistas llamados), desencadenando manifestaciones y una huida de miles de hombres al extranjero.

El presidente ruso amenaza con utilizar armas nucleares para defender Rusia frente a Occidente.

Del 23 al 27 de setiembre, las autoridades instaladas por Moscú en cuatro regiones ucranianas --Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiya-- organizan referendos de anexión a Rusia, calificados de “simulacro” por Occidente.

El 30 de setiembre, Putin ratifica la anexión.

Ataques contra infraestructuras energéticas

El 8 de octubre, se produce una explosión en el puente que conecta Crimea con Rusia y causa importante daños.

Putin acusa a los servicios secretos ucranianos.

El 10 de octubre, las fuerzas rusas efectúan bombardeos masivos contra ciudades de toda Ucrania, incluida Kiev. Los ataques apuntan sobre todo a infraestructuras energéticas y dejan a millones de personas sin electricidad.

Retirada de Jersón

El 9 de noviembre, Moscú ordena que sus tropas se retiren de la ciudad de Jersón ante el avance de las fuerzas ucranianas.

La medida se toma días después de que Rusia afirmara que había terminado de evacuar a decenas de miles de civiles de esa región hacia territorios bajo su control. Ucrania denuncia ese operativo como una “deportación”.

Armas occidentales

En enero de 2023, el ejército ruso, reforzado por 300,000 reservistas y paramilitares de Wagner, vuelve a la ofensiva.

Kiev obtiene de sus aliados tanques modernos, en particular Leopard alemanes.

En mayo, Washington promete tanques Abrams y autoriza la entrega de aviones de combate F-16.

Pese a esto, tras meses de encarnizados combates, Rusia anuncia el 20 de mayo la conquista de Bajmut.

Fracaso de la ofensiva ucraniana

La contraofensiva ucraniana es lanzada en junio en los frentes sur y este, pero se topa con poderosas líneas defensivas. La operación es un fracaso.

A mediados de febrero de 2024, el ejército ucraniano se retira de vdiivka, cerca de Donetsk, dando a Moscú su primer éxito territorial significativo desde la captura de Bajmut.

Desde entonces, los soldados rusos siguen ganando terreno en Donbás.

Rusia reanuda sus ataques contra la red eléctrica ucraniana en represalia por un bombardeo de sus refinerías de petróleo.

Ayuda de EE.UU.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, promulga una ley que facilita el alistamiento y pide a Occidente que demuestre que Ucrania es “realmente su aliada”.

En Washington, tras meses de estancamiento, la Cámara de Representantes aprueba el 23 de abril un paquete de US$ 61,000 millones para Ucrania.

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