:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/7OMNIJT2KZHYNLUUCZAXDAUXG4.jpg)
Rusia anunció que envió a Cuba dos aviones con ayuda humanitaria, incluidas un millón de mascarillas, para ayudar a hacer frente al fuerte aumento de los casos de COVID-19 y a la severa crisis del régimen económico comunista ya colapsado pero que sus defensores atribuyen al bloqueo económico de Estados Unidos.
Por orden del presidente ruso, Vladimir Putin, “dos aviones An-124 del Ministerio de Defensa despegaron del aeródromo de Chkalovski, cerca de Moscú, con destino Cuba”, un histórico aliado, declaró el ministerio en un comunicado.
“Los aviones entregarán a Cuba alimentos, equipos de protección personal y más de un millón de mascarillas médicas. En total, más de 88 toneladas [de ayuda humanitaria]”, precisó.
La isla, de 11 millones de habitantes, experimenta un preocupante aumento del número de infecciones y muertes por COVID-19. Desde el inicio de la pandemia, registró 316,383 casos y 2,203 decesos, según cifras oficiales del viernes.
A esta situación se añaden las dificultades provocadas por el desplome económico del régimen comunista, que tras la destrucción de su aparato productivo sobrevivía de las divisas del turismo receptivo, hoy desaparecido por la pandemia; de las remesas de unos US$ 13,000 millones anuales de familiares cubanos desde Estados Unidos, prohibidas por el gobierno del expresidente Donald Trump; y del soporte que recibía desde Venezuela, lo que se ha dificultado porque la economía de este país también está destrozada por el régimen chavista.
Sin embargo, los defensores del régimen comunista de Cuba siguen responsabilizando de la crisis económica de la isla y la pobreza generalizada de su población al embargo de Estados Unidos.
A raíz de la represión contra la población cubana que se manifestó en contra del régimen y de la crisis económica, que mantiene a centenares de manifestantes en prisión debido a que en Cuba está criminalizada la protesta social, Estados Unidos impuso sanciones financieras, sobre todo simbólicas, al ministro de Defensa cubano, Álvaro López Miera.
El 11 de julio, los gritos de “¡Tenemos hambre!” y “¡Abajo la dictadura!” acompañaron las manifestaciones en Cuba, que continuaron esporádicamente al día siguiente. Al término de estas protestas, que causaron un muerto y decenas de heridos, hay cientos de personas detenidas, según diversas organizaciones de la oposición.