La expansión de la gran minería en Los Andes central y la puesta en marcha de un proyecto hidroeléctrico a pocos kilómetros de la ciudad, han agravado la crisis hídrica que padece Santiago de Chile y que según el gobierno podría obligar a restricciones y cortes de suministro de agua en las próximas semanas.
Es cierto que la capital chilena, en la que habitan más de siete millones de personas, sufre como el resto del país una sequía sin precedentes que se prolonga más de una década, fenómeno que al igual que en Ciudad del Cabo, Sao Paulo o la Baja California en México, la acerca al llamado “día cero”, en el que ya no sale agua de la llave.
Pero también que, según los expertos, proyectos como la expansión subterránea de la minera Los Bronces en plena Cordillera de los Andes arriesgando glaciares, o la consolidación del proyecto hidroeléctrico Alto Maipo que interviene la cuenca del principal afluente que nutre de agua a la ciudad más grande del país, han agudizado el problema.
“El principal problema ambiental que tiene la Región Metropolitana se llama escasez del agua”, señaló hace pocos días el Gobernador, Claudio Orrego, coincidiendo con el presidente, Gabriel Boric, quien ya adelantó la “posibilidad real” de un racionamiento en algunas zonas del oriente de la capital como primera medida.
Expansión minera en la cordillera central
“Es muy importante entender que todos los proyectos industriales están en un contexto de crisis hídrica, que no solo es la expresión más fuerte del cambio climático en Chile sino también el principal conflicto ambiental que atraviesa distintas zonas del país”, afirmó la coordinadora de campañas de Greenpeace, Estefanía González.
Uno de esos polémicos proyectos se conoce como “Los Bronces Integrado”, expansión subterránea de la minera Los Bronces.
Con una inversión de más de US$ 3,200 millones, pretende ampliar el cordón extractivo de la británica “Anglo-American” en la cordillera central mediante túneles cuya construcción afectará a macizos clave para los reservorios de agua: La Paloma y Olivares.
“La expansión de la actividad extractiva en la cordillera acelera la disminución de nieve y glaciares. Estos pierden estabilidad, se fracturan internamente y puede hasta haber derrumbes. En las condiciones actuales evidentemente están hipotecando el futuro de disponibilidad de recursos hídricos”, explicó el glaciólogo de la Universidad de Chile, Francisco Ferrando.
De acuerdo con el experto, al ritmo de extracción minera actual, pese a que existen reservas de agua, la amenaza de destrucción glaciar puede concretarse en 20 años, un parpadeo a los ojos de la naturaleza.
Hidroeléctrica en el principal afluente
Tanto el río Maipo como el Mapocho son los principales ríos que suministran de agua potable al Gran Santiago, ya sea a nivel rural como urbano.
El Maipo, que recorre desde las montañas unos 250 kilómetros hasta el Océano Pacífico, está intervenido hoy por el proyecto hidroeléctrico Alto Maipo, una hidroeléctrica prácticamente terminada y que ha suscitado la crítica permanente durante años por parte de comunidades locales.
“No tenemos abastecimiento de agua potable. El pueblo de San José de Maipo tiene en la zona más central y vertientes, pero en otras localidades no hay”, dijo Verónica Baeza, vecina del lugar hace años.
La periferia rural, declaró el director de la Escuela de Obras Civiles de la Universidad Diego Portales, Hernán Alcayaga, son las primeras en sufrir el impacto negativo este tipo de proyectos.
Según diversas fuentes, estos lugares ya viven bajo la sombra del “día cero”, figura para referirse al momento en que ya no sale agua de la llave.
Racionamiento inevitable
En febrero pasado, un grupo de diputados pidió al Poder Judicial la nulidad de unos de los convenios entre la empresa AES Gener y la compañía sanitaria Aguas Andinas, ya que esta última destina a la generación eléctrica recursos hídricos que por ley son para el consumo exclusivo humano.
“Alto Maipo pone en juego el suministro de agua potable de toda la región solo para proteger intereses de algunos que creen que pueden estar por encima de la ley. Es urgente proteger la cuenca del río que está por desaparecer”, afirmó a Efe una de las diputadas firmantes, la independiente Camila Musante.
“Este proyecto ha generado varias alteraciones en la cuenca del río Maipo, también cuenta con construcciones bajo un glaciar, que se presume que genera condiciones negativas para abastecer de agua a la población”, señaló el presidente de la ONG FIMA, Ezio Costa.
El racionamiento dependerá en parte del nivel de precipitaciones que se registre este invierno, pero las autoridades ya diseñan a contrarreloj planes de emergencia en distintos niveles, que quizá no sean más que parches.