El presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó que no puede hacerse ilusiones sobre una mejora de las relaciones con Estados Unidos, pero consideró que hay “destellos” de luz tras la primera cumbre con su homólogo estadounidense, Joe Biden, como el inicio de consultas sobre ciberseguridad y estabilidad estratégica.
“No hubo ni puede haber ilusiones”, señaló Putin en su rueda de prensa tras su primera cita con Biden en el peor momento de los lazos bilaterales desde la Guerra Fría.
El encuentro duró casi cuatro horas, de las que durante casi dos hablaron “cara a cara” en una conversación “muy constructiva” y “sin ninguna hostilidad”, según Putin.
Acercar posturas
“Nuestro encuentro transcurrió en una clave de principios, nuestras valoraciones difieren en muchos aspectos. Pero desde mi punto de vista, ambas partes demostraron el deseo de comprender el uno al otro y de buscar un acercamiento de las posiciones”, afirmó.
Putin reconoció que hay tanto detractores como partidarios en EEUU de una mejora de las relaciones con Rusia, por lo que rehusó augurar qué ocurrirá tras la cumbre.
“Es difícil para mí decir qué fuerzas prevalecerán”, dijo, al tiempo que no descartó nuevas sanciones estadounidenses contra Rusia, lo que significaría, opinó, “otra oportunidad perdida”.
“León Tolstói una vez dijo: ‘En la vida no existe la felicidad, solo existen sus destellos. Valoradlos’. Me parece que en esta situación no puede haber una confianza familiar, pero se vieron algunos ‘destellos’”, resumió Putin su encuentro con Biden.
Resultados positivos
El mandatario ruso anunció tres resultados concretos de la cumbre: un acuerdo para comenzar consultas sobre ciberseguridad, después de las acusaciones de Estados Unidos sobre ataques desde territorio ruso; el inicio de un diálogo sobre estabilidad estratégica y la vuelta de los respectivos embajadores a sus puestos de trabajo.
Eso sí, Putin dejó entrever que la conversación con Biden no fue fácil y echó balones fuera en todos los temas espinosos que su homólogo le planteó. El líder ruso marcó sus líneas rojas.
El jefe del Kremlin negó así la implicación del Kremlin en ciberataques dirigidos a Estados Unidos e insistió en que Rusia también recibe ataques dañinos.
“Es necesario dejar de lado todo tipo de insinuación y comenzar a trabajar a nivel de expertos en interés de Estados Unidos y de Rusia”, dijo sobre la ciberseguridad. “En principio hemos llegado a un acuerdo en esto y Rusia está preparada para ello”, recalcó.
Rusia y Estados Unidos van a iniciar además un diálogo sobre estabilidad estratégica tras la prolongación a principios de año hasta 2026 del último tratado de desarme nuclear vigente entre las dos mayores potencias atómicas, el Nuevo START, según anunció además.
Ante la aparición de nuevas armas, entre ellas las hipersónicas, Rusia ha propuesto a Estados Unidos ampliar la agenda e incluir en ella todas las armas ofensivas y defensivas, tanto nucleares como convencionales capaces de resolver tareas estratégicas.
Se defiende
Pero ahí ya acabó el tono positivo y Putin pasó a la defensiva, especialmente cuando un periodista dijo que Occidente acusaba a Rusia de ejercer una política impredecible. “Si Occidente lo cree no significa que sea verdad”, alegó.
Y se preguntó si acaso es estable la política de Estados Unidos cuando se ha retirado en los últimos años del tratado antimisiles (2002), del de la eliminación de misiles nucleares de corto y medio alcance (INF) en el 2019 y del de Cielos Abiertos, un acuerdo multilateral que garantiza la transparencia en el control de armas, en el 2020.
Sobre el papel de Rusia en el este de Ucrania, donde respalda a los rebeldes prorrusos, y el reciente refuerzo de las tropas en la frontera con el país vecino, Putin reiteró que se trataba de ejercicios en territorio ruso y que a diferencia de lo que hace Washington con Rusia, Moscú no lleva a cabo maniobras cerca de EEUU.
“Solo tenemos una obligación con respecto a Ucrania: promover la implementación de los Acuerdos de Minsk” para la paz en el Donbás, zanjó Putin este tema.
Derechos humanos
Pero Putin se puso especialmente a la defensiva ante las acusaciones de violaciones de los derechos humanos en Rusia, en concreto la represión del encarcelado líder opositor Alexéi Navalni y sus organizaciones, recientemente ilegalizadas.
" Estados Unidos recientemente vivió sucesos muy difíciles tras el asesinato de un afroamericano y la creación del movimiento Black Lives Matter” (Las vidas negras importan), afirmó.
“Lo que vimos, saqueos, violaciones de la ley y demás cosas..., simpatizamos con los estadounidenses y el pueblo estadounidense, pero no queremos que eso suceda en nuestro país y haremos todo para no permitirlo, y esto no tiene nada que ver con tenerle algún tipo de miedo” al Fondo de Lucha contra la Corrupción de Navalni, dijo.
Sobre el opositor, que cumple una condena de dos años y medio de prisión por haber violado los términos de su libertad condicional mientras se recuperaba en Alemania del envenenamiento que sufrió en agosto del 2020 con un agente tóxico del grupo Novichok, Putin no admitió discusión alguna.
Sostuvo que Navalni infringió “deliberadamente” las leyes rusas a sabiendas de que el castigo sería la cárcel. “Parto de la premisa de que quería ser detenido, era consciente de ello”, aseguró Putin.