La sorpresiva decisión de China de autorizar el uso de la píldora contra el coronavirus de Pfizer Inc. ofrece una visión poco común de cómo Pekín puede estar planeando superar la estrategia “cero covid” que está dejando al país cada vez más aislado.
La aprobación condicional de Paxlovid durante el fin de semana lo convierte en el primer producto farmacéutico extranjero que aprueba China para el COVID-19, ya que hasta ahora el país se ha limitado firmemente a las vacunas y terapias desarrolladas localmente, e incluso ha negando la aprobación de la vacuna de ARNm altamente potente producida por los socios Pfizer y BioNTech SE.
La píldora de Pfizer tendrá un propósito estratégico, dijo Zeng Guang, ex científico jefe del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades que asesoró a Pekín en el control del covid, a inversionistas el sábado en una sesión informativa organizada por Sealand Securities Co., horas después de que se anunciara la aprobación. La medida puede sentar las bases para que el régimen de contención del covid de China dé paso gradualmente a un enfoque más flexible, sugirió, según una transcripción a la que tuvo acceso Bloomberg News que fue confirmada por Sealand.
“China no se va a autoaislar del resto del mundo y tiene varias medidas a su disposición para cambiar de rumbo”, dijo Zeng durante el evento. “La elaboración de estrategias precede a la acción”.
Los expertos y analistas familiarizados con el enfoque de China sobre el virus se hicieron eco de la opinión de Zeng.
El país es la última economía importante que sigue intentando eliminar el covid, una tarea que se vuelve cada vez más difícil frente a variantes más transmisibles como ómicron y delta. La menor eficacia de las vacunas autóctonas de China se considera una razón clave detrás de la estrategia en curso, y contar con un antiviral efectivo en su arsenal podría ayudar a mitigar esa desventaja si se permitiera que el virus circulara más libremente.
“Esperemos que demuestre que se están preparando para no tener cero casos”, dijo Sophia Archuleta, jefa de enfermedades infecciosas del Hospital Universitario Nacional de Singapur y profesora asociada de la Facultad de Medicina Yong Loo Lin. “Si el covid se generaliza en la comunidad, tienen un medicamento eficaz que pueden implementar”.
Nacionalismo farmacéutico
La aprobación condicional es un hito importante en la lucha contra el COVID-19 y refleja los esfuerzos del Gobierno para aumentar el acceso a medicamentos innovadores en China, dijo Pfizer el lunes en un comunicado.
La aprobación de Paxlovid también alivia la preocupación de que China, el segundo mayor mercado farmacéutico del mundo, estuviera evitando activamente los tratamientos extranjeros en lo que respecta al covid. La vacuna de Pfizer-BioNTech, con licencia para Shanghai Fosun Pharmaceutical Group Co. en China, aún no ha recibido el visto bueno para su uso allí, meses después de que se presentó una solicitud. Casi el 90% del país tiene el esquema completo de vacunación, y muchos más cuentan con refuerzo, con las vacunas nacionales menos potentes.
“Una píldora extranjera para el covid es mucho menos radiante que la aprobación de una vacuna extranjera, porque las vacunas estaban en el centro de la carrera del poder blando y eran un motivo de orgullo nacional”, dijo Michael Shoebridge, director del programa de defensa, estrategia y seguridad nacional del Instituto Australiano de Política Estratégica, un grupo de estudios en Canberra.
El modelo estadístico realizado por expertos chinos sugiere que el país podría registrar más de 600.000 contagios al día si se levantaran las actuales restricciones, una visión difícil de cuadrar en un lugar que ha tenido menos de 5.000 muertes por covid desde que controló el primer brote importante en Wuhan. Sin embargo, esta perspectiva subraya la necesidad que tiene China de la píldora de Pfizer, que ha demostrado reducir el riesgo de hospitalización y muerte en casi un 90% y que probablemente supondría una menor presión sobre el sistema hospitalario chino, en gran medida no probado.
‘Retraso excesivo’
Al igual que en el caso de las vacunas, China cuenta con varios candidatos nacionales a antivirales contra el covid en las últimas fases de desarrollo, pero los avances han sido lentos. El aumento de las tasas de vacunación en todo el mundo, junto con la menor virulencia de la variante ómicron, hace más difícil demostrar que pueden evitar la hospitalización y la muerte. Una de las píldoras para el covid más avanzadas de China, de la empresa Kintor Pharmaceutical Ltd., con sede en Suzhou, tuvo que realizar un segundo ensayo de última fase que abarcó varios países después de que uno inicial en Estados Unidos no mostrara resultados significativos en medio de tasas de hospitalización muy bajas.
“Es probable que con esta aprobación China haya calculado que depender de sus propios antivirales para acabar con la política de cero covid supondría un retraso excesivo, frente a la apertura del resto del mundo”, dijo Brad Loncar, director ejecutivo de Loncar Investments, que sigue de cerca la industria biotecnológica china. “Es positivo ver que China da prioridad a la reincorporación a la red mundial en lugar de adoptar una postura más nacionalista”.
Aun así, los candidatos antivirales nacionales pueden verse impulsados por la decisión de Pfizer, ya que es poco probable que la empresa estadounidense pueda satisfacer por sí sola todas las necesidades de tratamiento de China, dijo Zhang Jialin, jefe de investigación sobre atención médica en China de Nomura Holdings Inc. Pfizer ha dicho que su suministro global de Paxlovid en 2022 es de sólo 120 millones de tratamientos.
Ejecutivos de Shanghai Junshi Biosciences Co., que se encuentra en la fase final de las pruebas de un antiviral en China y en el extranjero, dijeron a los inversionistas durante el fin de semana que la aprobación de Paxlovid en China refleja el reconocimiento de Pekín de que las píldoras desempeñarán un papel en el fin de la pandemia, según un portavoz de la empresa. Las acciones de Junshi subieron más de un 5% el lunes en Hong Kong.