Las nuevas infecciones de COVID-19 comenzaron a disminuir en varios países de las Américas, aunque siguen siendo “muy altas”, pero las muertes aumentaron, en particular en partes de Centroamérica y Sudamérica, informó la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que la primera semana de febrero se registraron más de 4.8 millones nuevos casos de COVID-19 y más de 33,000 nuevas muertes en el continente americano.
Esto supone una reducción de 31% de los casos y un incremento de 13% de los fallecimientos con respecto a la última semana de enero.
En Norteamérica, los nuevos contagios y muertes bajaron en los tres países -Estados Unidos, Canadá y México-, aunque las hospitalizaciones solo disminuyeron en los dos primeros.
Los casos nuevos cayeron en toda Centroamérica, pero las muertes subieron casi un 30%. El descenso de los contagios fue pronunciado en El Salvador, en un 70%, y en Belice y Panamá, en más de un tercio.
En Sudamérica se registró una desaceleración de las infecciones, con reducciones a la mitad en Argentina y Perú. Pero las muertes por COVID-19 siguieron en alza, con aumentos desde un 9.4% en Bolivia hasta un 42% en Venezuela.
Además, se observó un incremento de las hospitalizaciones en la mayoría de los países del Cono Sur, con un aumento del 50% en Chile.
En el Caribe también se reportaron menos casos nuevos y más muertes, excepto en algunos países. En Dominica, por ejemplo, las infecciones aumentaron un 88%.
La directora de la OPS, Carissa Etienne, subrayó el impacto de la vacunación para reducir los casos de enfermedad grave y muerte por COVID-19.
“Se destaca una tendencia: los países con mayor cobertura de vacunación están viendo menos admisiones y muertes en las unidades de cuidados intensivos”, aseguró en rueda de prensa.
“Esto enfatiza la importancia de ampliar el acceso a las vacunas, incluidas las dosis de refuerzo”, apuntó.
Según cifras de la OPS, una de cada cuatro personas en las Américas no ha recibido ni una sola dosis de la vacuna contra COVID-19.
“Incertidumbre”
¿El descenso de los casos hace pensar en el fin de la pandemia?
“La principal característica de esta pandemia sigue siendo la incertidumbre de su evolución. Y esto requiere cierta precaución. Pueden surgir nuevas variantes de preocupación y cambiar por completo el perfil epidemiológico del COVID-19″, advirtió Etienne.
Según Sylvain Aldighieri, gerente de incidentes de la OPS, “probablemente estemos en la pendiente descendente de una ola global causada por ómicron”.
Ómicron, la quinta variante de preocupación designada por la OMS desde la aparición del virus a finales del 2019 (luego de alfa, beta, gamma y delta), ha provocado en general casos menos graves, pero la transmisibilidad ha sido mucho mayor, con lo cual “aún tiene un impacto significativo”, indicó.
“Si surgieran variantes adicionales, no podemos anticipar si serían más o menos graves y transmisibles, y esta es una incertidumbre con la que tenemos que lidiar”, precisó Aldighieri.
Etienne destacó que si bien es posible que el virus que causa el COVID-19 “eventualmente” se vuelva endémico, “esto puede llevar algunos años”.
“Desafortunadamente, esperamos ver nuevas epidemias o grandes brotes incluso en áreas con alta cobertura de vacunación, especialmente donde las medidas de salud pública y distanciamiento social se relajan”, dijo.