
El fabricante estadounidense de microchips Nvidia ha prolongado su momento dulce vivido el miércoles, cuando rebasó durante la jornada la cifra de US$ 4 billones de capitalización bursátil. Fue algo nunca logrado, una barrera que volvió a superar hoy al cierre de la bolsa y que ninguna compañía había conseguido.
El CEO de Nvidia, el discreto Jensen Huang, se reunió en la Casa Blanca con el presidente, Donald Trump, y de hecho ha sido fotografiado saliendo del ala oeste y luego volviendo a entrar. No se ha filtrado el contenido de la entrevista.
Trump utilizó en la mañana de hoy los logros de Nvidia como una señal de reafirmación política propia: “Nvidia ha subido un 47% desde los aranceles de Trump -escribió en su red Truth Social-. EE.UU. está amasando miles de millones de dólares en aranceles. LA NACIÓN HA VUELTO”.
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Lo cierto es que las acciones de Nvidia han pasado de valer US$ 94 el 4 de abril -su momento más bajo en el año- a los 164.10 este jueves, y en algún momento del día llegaron hasta los 164.40.
Los analistas coinciden en que la racha ganadora aún va a durar gracias a Blackwell, su prometedora plataforma de inteligencia artificial: si en junio Barclays auguraba una pronta subida de hasta US$ 200 por acción, la analista Ananda Baruah, de FactSet, eleva sus previsiones hasta los US$ 250.
De cumplirse sus previsiones, Nvidia podría alcanzar sin problema los seis billones de capitalización, una subida meteórica como no se ha conocido en la historia de la bolsa, pues hace solo 17 meses su valor era de dos billones.
El portal MarketWatch destaca que Nvidia ha sabido diversificar sus negocios hacia países del Golfo y de Europa para no ser tan dependiente de China, en un momento de incertidumbre por la guerra arancelaria entre Washington y Pekín, visible sobre todo en el sector tecnológico, como se puso de manifiesto en mayo, cuando el Gobierno de Trump prohibió a Nvidia vender los chips H20 a China.