
Vivieron días de gloria, antes de verse superados por la dura competencia. Lejos de los focos de antaño, los pioneros de la telefonía móvil siguen buscando destacar, apostando por las redes, los servicios a empresas o los productos de nicho.
Blackberry, Motorola, HTC, Ericsson... En el Congreso mundial del móvil (MWC), que se celebra desde el lunes en Barcelona, varios grandes nombres de la historia de los teléfonos inteligentes siguen manteniendo sus stands, algunos discretos y otros enormes como el de Nokia, con sus paredes llenas de pantallas luminosas.
Los visitantes poco familiarizados pueden sorprenderse, ya que muchas de estas marcas -antes protagonistas- parecen ahora fuera de circuito.
En estas zonas, “hay un aire de ‘back to the future’ (regreso al futuro)”, explica Thomas Husson, vicepresidente de la consultora Forrester.

Aventuras tecnológicas fallidas, el impacto de las sanciones impuestas al fabricante chino Huawei, consecuencias de la moda... Desde la popularización del teléfono móvil a finales de los años 90, el sector experimentó varios cambios que sacudieron el mercado.
“Algunas grandes marcas han aparecido y luego desaparecido” mientras que “antiguos pesos pesados como Nokia, BlackBerry, Ericsson vieron derrumbarse su cuota de mercado”, observa Ben Wood, director de investigación de CCS sobre este fenómeno que se aceleró en los últimos años con la consolidación del mercado.
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Según la consultora especializada Counterpoint, en el mercado de los smartphones había 720 marcas activas en 2017, año de pico del sector con 1,500 millones de aparatos vendidos. Hoy son solo 250, de las cuales apenas una treintena tienen alcance internacional.
La industria del smartphone -dominada por Apple (23% de las ventas), Samsung (16%) y Xiaomi (13%)- es “muy competitiva” y está sometida a un “baile de innovación” permanente, recuerda Thomas Husson. En un contexto así, las marcas pueden “pasar rápidamente de la luz a la sombra”.
“Efecto vintage”
Para las empresas, sin embargo, caer de la cima no significa estar acabado. Varias de ellas continuaron prosperando, centrándose en “otras capacidades” que la producción de terminales, subraya Ben Wood.
El gigante sueco Ericsson, fabricante del famoso teléfono T28s, se ha reenfocado desde 2011 en las infraestructuras y el software para operadores. Un giro que ha resultado rentable, ya que el grupo fundado en 1876 es hoy el número dos mundial en equipos de telecomunicaciones, por detrás de Huawei.
La misma elección que hizo su rival finlandés Nokia que, después de su ascenso fulgurante en los 2000 con el mítico “3310″, famoso por su consistencia y la duración de su batería, se recicló en el sector de las redes móviles y el almacenamiento de datos.

Gracias a esta estrategia, el exnúmero uno mundial del móvil, que firmó en 2016 un acuerdo de licencia que permite a la empresa HMD producir teléfonos bajo su marca, volvió a crecer y cuenta hoy con muchas “oportunidades”, aseguró su presidente Pekka Lundmark el domingo.
El canadiense BlackBerry, que hizo historia con sus famosos terminales de teclado físico y su ruedecita de navegación antes de quedar desplazado por el reinado de los smartphones de pantalla táctil, se reconvirtió a los servicios para empresas y gobiernos.
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El grupo con sede en Ontario, ahora muy discreto en el MWC, apuesta principalmente por el internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) y los sistemas para automóviles para retomar su gloriosa historia y dar nuevo impulso a su cotización bursátil, muy mermada en los últimos quince años.
Frente a la competencia, otros reenfocaron su producción a los televisores o electrodomésticos, como el surcoreano LG. O en productos de realidad virtual, como el taiwanés HTC, que trajo a Barcelona su casco de cuarta generación Vive Focus Vision.
Algunas marcas, aunque en menor medida, “siguen incluso vendiendo teléfonos en sectores de nicho”, señala Thomas Husson, citando el ejemplo de Motorola mobility, propiedad ahora del chino Lenovo, que ofrece teléfonos irrompibles o enrollables como brazaletes.
¿Será suficiente para devolver estas marcas a la actualidad? “Puede haber un pequeño efecto de moda, un efecto vintage. Pero hablamos de volúmenes muy bajos”, considera este especialista, quien no ve muy probable un “revival” de los antiguos gigantes de la telefonía en el mercado del smartphone.
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