(Foto referencial: Pixabay)
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Cuando cae la noche, se ilumina. La capital rusa, conocida por sus muchos atractivos turísticos, exhibe estos días un espectacular alumbrado navideño que hace las delicias tanto de lugareños como de foráneos.

A diferencia de muchas ciudades europeas, las luces en Moscú no se encienden hasta mediados de diciembre, pero una vez que lo hacen, el ambiente festivo se propaga rápidamente por toda la ciudad.

Y es que en este país la fiesta más querida por los ciudadanos es precisamente el Año Nuevo, lo que ha hecho que el Ayuntamiento haya gastado más de 1,500 millones de rublos (unos US$ 25 millones) en la decoración de la ciudad.

Esta cifra, que las autoridades han considerado "proporcional" con el aumento de los ingresos de Moscú, incluye tanto las instalaciones luminosas, como numerosas pistas de patinaje y otros elementos de adorno por toda la capital.

Además, en la Alcaldía han subrayado que los festivales navideños, como uno que acoge la capital estos días, se han convertido en una importante fuente de ganancias para la capital, al atraer a cada vez mayor cantidad de turistas en los últimos años.

A pesar de que las principales luces suelen instalarse tradicionalmente en el centro de la capital y sus calles adyacentes, muchos barrios de extrarradio también han optado por no quedarse atrás y se han vestido con sus mejores galas para recibir el Año Nuevo y la Navidad ortodoxa, que se celebra el 7 de enero.

Este año, la magia de las fiestas de invierno - pese a la muy comentada falta de la nieve - se puede sentir en más de un centenar de emplazamientos por toda la ciudad, aptos también para la celebración de la fiesta de la Nochevieja.

Árboles relucientes, enormes bolas de luces, arcos y túneles iluminados, esculturas de hielo y hasta una réplica del Kremlin, son algunas de las instalaciones más llamativas que se pueden ver estos días en la capital rusa.

También copan el protagonismo los Ded Moroz (Abuelo Frío, el Papá Noel ruso) que tan pronto hacen un concierto improvisado en una de las estaciones del metro, como organizan una marcha por una de las avenidas más céntricas de la capital.

De acuerdo a una encuesta publicada este lunes, el 34% de los rusos quisiera pedir al Papá Noel salud, mientras en el segundo lugar se encuentra la petición de dinero y bienestar financiero (9%).

En algunos barrios el decorado festivo ha tomado proporciones descomunales, llegando a crear unos auténticos ciudadelas navideñas con árboles, tenderetes, pistas de patinaje sobre hielo y otros atributos de las fiestas.

Niños, jóvenes y mayores. La iluminación de la ciudad ha sacado a la calle hasta a los más caseros y renegados de las fiestas.

Y es que todos quieren aprovechar el espectacular alumbrado moscovita para sacarse un selfi en los lugares más resplandecientes y empaparse de la magia navideña a las puertas del nuevo decenio.

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