Las empresas chinas están mostrando interés en explotar los vastos recursos minerales sin explotar de Afganistán mientras Pekín busca un papel en la reconstrucción de la economía de la nación devastada por la guerra.
Afganistán cuenta con yacimientos cuyo valor se estima en US$1 billón o más, incluidas las que podrían ser las mayores reservas de litio del mundo, un componente vital para las baterías de almacenamiento de energía que están impulsando la transición mundial hacia el abandono de los combustibles fósiles. La oportunidad en Afganistán llega después de que Estados Unidos, el gran rival geopolítico de China, pusiera fin a dos décadas de presencia militar en el país a principios de este año.
Funcionarios del Gobierno talibán se reunieron recientemente con representantes de cinco empresas privadas chinas para conversar sobre la minería en el país, según la Cámara de Comercio e Inversión de Afganistán. Las empresas mostraron un “gran interés” en los yacimientos minerales de la nación, así como en los sectores de la construcción y la agricultura, dijo por teléfono Khanjan Alokozay, un alto miembro de la cámara.
China es a la vez el mayor consumidor de minerales del mundo y un inversionista a largo plazo en muchos de sus vecinos asiáticos a través de la emblemática iniciativa “Cinturón y Ruta” del presidente Xi Jinping. Para asegurar su suministro de materias primas, Pekín ha mostrado su disposición a invertir en algunas de las jurisdicciones más inestables del mundo, incluidas las naciones de África y Sudamérica.
Interés en litio
El interés de China cuenta con el respaldo del Gobierno talibán, dijo Alokozay. El grupo militante busca apoyo extranjero para una economía que se ha hundido desde que llegó al poder en agosto. También se discutieron los esfuerzos para aumentar el comercio entre las dos naciones, señaló.
El tabloide Gloabl Times, propiedad del Partido Comunista de China, informó a principios de esta semana que representantes de varias empresas chinas visitaron el país a principios de noviembre para realizar inspecciones in situ de posibles proyectos de litio y explorar otras oportunidades de negocio.
Las dos mayores empresas mineras de litio de China, Tianqi Lithium Corp. y Ganfeng Lithium Co., dijeron que no tenían ninguna información que revelar sobre las supuestas visitas.
China aún no ha reconocido a los talibanes, pero está estrechando lazos con su Administración y se ha comprometido a ayudar a reconstruir el país. Pekín desea ampliar su influencia en la región y evitar que tanto los militantes como los refugiados se extiendan más allá de las fronteras de Afganistán.
Pekín tiene contratos vigentes para explotar los yacimientos minerales afganos. A mediados de la década de 2000, inversionistas liderados por la empresa estatal Metallurgical Corp. of China Ltd. se adjudicaron una oferta valorada en casi US$3,000 millones para explotar el cobre de las minas de Mes Aynak, cerca de la capital, Kabul, aunque apenas se ha avanzado en los años transcurridos.
China y los talibanes buscan “relaciones amistosas y creemos que eso abrirá un entorno propicio para que las empresas chinas” inviertan en el país, dijo Alokozay.