
Este viernes, pocas horas después de acceder al cargo, el nuevo primer ministro canadiense, Mark Carney, tomó su primera decisión al frente del Gobierno y canceló el impopular impuesto a consumidores sobre emisiones de carbono.
El impuesto, que se aplicaba a combustibles como la gasolina o el gas natural, era especialmente impopular en las áreas rurales del país. El opositor Partido Conservador había hecho de su abolición uno de los principales puntos de su programa electoral.
Está previsto que Carney, que este viernes tomó posesión del cargo poco después de que Justin Trudeau formalizase su dimisión, convoque elecciones anticipadas antes de que se reanuden las sesiones del Parlamento canadiense el próximo 24 de marzo.
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Carney también utilizó sus primeras declaraciones para responder al secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, quien este viernes respaldó las intenciones del presidente Donald Trump de anexar Canadá.
Desde Charlevoix, una localidad canadiense donde concluyó hoy la reunión de ministros de Exteriores del G7, Rubio consideró las amenazas de Trump de emplear la fuerza económica para transformar a Canadá en el 51º estado de EE.UU. como un simple “desacuerdo”.
“El Gobierno canadiense ha dejado clara su postura. El presidente ha expuesto claramente por qué cree que sería mejor para Canadá unirse como estado por cuestiones económicas. Es un desacuerdo entre los dos”, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense.
En respuesta a lo dicho por Rubio, Carney declaró: “Es una locura. Simplemente. Es todo lo que se puede decir”.
“Nunca, jamás, de ninguna forma seremos parte de Estados Unidos”, reiteró.
En otro mensaje a Estados Unidos, el nuevo ministro de Defensa canadiense, Bill Blair, declaró a la radiotelevisión pública canadiense que Carney le ha pedido que estudie de nuevo el contrato por el que Canadá comprará decenas de aviones de combate estadounidenses F-35.
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Blair explicó que Carney no ha ordenado la cancelación del contrato, valorado en miles de millones de dólares, pero que a lo mejor Canadá no necesita todos los F-35 que ha contratado y sugirió que podría adquirir una cantidad más reducida de aviones estadounidenses en favor de los de otro fabricante.
En 2022 Canadá anunció la adquisición de 88 unidades del F-35, fabricadas por la estadounidense Lockheed Martin. Los primeros aviones tienen que ser entregados en 2026.