El gobierno bielorruso de Alexander Lukashenko ordenó el viernes la disolución de decenas de organizaciones no gubernamentales (ONG) y asociaciones bielorrusas en sectores que van desde la defensa de los derechos humanos hasta el periodismo.
Según la organización de defensa de los derechos humanos Viasna, que también debía cesar sus actividades, al menos 47 ONG estaban afectadas por la medida. Algunas de ellas ya habían sido allanadas en las últimas semanas.
Entre ellas se halla la delegación bielorrusa de la asociación de defensa de escritores PEN, la asociación de periodistas bielorrusos, que había denunciado recientemente detenciones de periodistas, o incluso una prestigiosa escuela de comercio en Minsk.
También deberán echar el cerrojo grupos de enseñanza de lenguas, de ayuda a personas con discapacidad o de ayuda al empleo para los jóvenes, así como organizaciones caritativas, según el portal jurídico del gobierno.
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, que ha aplicado una campaña de represión sin contemplaciones desde su polémica reelección, había comparado el jueves durante una reunión gubernamental las ONG a “bandidos” y “agentes del extranjero” que actúan “contra el Estado”. “La limpieza sigue”, anunció.
Lukashenko fue reelegido por quinta vez en agosto del 2020, en unos comicios considerados fraudulentos por los países occidentales.
El movimiento de protesta bielorruso se prolongó durante meses, pero el régimen consiguió reprimirlo violentamente a base de detenciones, torturas y el exilio forzoso de sus líderes.